El barco de la Guardia Costera italiana que llevaba seis días esperando la autorización para atracar en algún puerto recibió finalmente el lunes permiso para atracar en Catania, Sicilia, tras la decisión adoptada ese día por el ministro de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli. A bordo, el navío "Diciotti" transportaba a 177 migrantes rescatados el jueves pasado por los guardacostas en aguas de Malta, tras haber sido socorridos previamente por otras dos embarcaciones de la Capitanía de Puerto cuando se encontraban en dificultades, según informó el Ministerio del Interior italiano.

Sin embargo, a su llegada al puerto siciliano, los 177 migrantes no pudieron abandonar la nave debido a la negativa por parte del Gobierno de permitir su desembarco. El ministro del Interior, Matteo Salvini, anunció ayer que no permitirá el desembarco de los rescatados hasta que no obtenga por parte de otros Estados de la Unión Europea un acuerdo para la reubicación de los migrantes.

Salvini criticó que sus socios comunitarios no asumieran sus compromisos de reubicación de los migrantes rescatados por el "Diciotti" a diferencia de lo que hicieron la semana pasada con el Aquarius, que pudo atracar en Malta con 141 personas una vez que seis países europeos, entre ellos Italia, acordaron repartirse a los rescatados.

Además, según difundió ayer el ministro y líder de la ultraderechista Liga en un comunicado, los seis países europeos que en julio se comprometieron a recibir a 450 inmigrantes que desembarcaron en el puerto de Pozzallo, también en Sicilia, no han cumplido todavía con este compromiso a excepción de Francia.

"Alemania iba a recibir a 50 y ha admitido a cero", denunció Salvini, al igual que Portugal, España, Malta e Irlanda, quienes no han recibido todavía a ninguno de los rescatados. "Todos tratan de ganar tiempo imponiendo a Italia que pague los gastos de los traslados, 500 euros por persona", resaltó Salvini.

Pero el controvertido ministro del Interior también dirigió sus críticas hacia Malta, país en cuyas aguas fueron rescatados los migrantes y al que Roma quiso derivarlos en un principio. Tras la negativa por parte de su homólogo maltés, Michael Farrugia, quien alegó que su país no tenía la obligación de prestarles socorro, Salvini pidió a las instituciones europeas la apertura de una investigación contra Malta por no responsabilizarse de estos 177 migrantes y dejarlos "en el mar en condiciones de dificultad", lo que constituiría una negligencia que viola las reglas del derecho internacional.

El ministro maltés, sin embargo, insistió en su posición y acusó además a Italia de socorrer a los migrantes "sólo para impedirles llegar a aguas italianas", cuando la embarcación no estaba pidiendo ser rescatada.

Mientras tanto, distintas organizaciones y asociaciones criticaron la decisión de mantener a los rescatados, entre los que se encuentran mujeres y niños, bloqueados en la embarcación sin poder recibir "las primeras ayudas psicológicas" que precisan.