El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, llamó ayer a los alemanes a "levantarse del sofá y abrir la boca" tras los incidentes racistas de Chemnitz. En esa ciudad del "land" de Sajonia (este) grupos de neonazis han protagonizado en los últimos días protestas violentas y "cacerías" de extranjeros después de que un hombre muriese apuñalado, presuntamente a manos de dos inmigrantes. La Policía alemana informó ayer de que la tensa jornada del sábado en Chemnitz, donde se celebró una marcha ultraderechista y varias contramanifestaciones, acabó con al menos 18 heridos, incluidos tres policías, y 37 denuncias por delitos.

Además, dos agentes de la Policía Federal han sido suspendidos por haber hecho el saludo nazi en público, informó ayer el cuerpo policial.