El Gobierno de Reino Unido anunció ayer que reducirá en un 27,5% el salario (unos 55.000 euros) de los 90 diputados norirlandeses dado que la Asamblea autónoma lleva cerrada desde enero de 2017 por discrepancias entre los partidos. La ministra para Irlanda del Norte, Karen Bradley, justificó la medida por el hecho de que aunque los diputados atienden las preguntas y peticiones de sus electores no van a la Cámara.

La Asamblea fue disuelta a raíz de una crisis de Gobierno, para celebrar elecciones anticipadas en marzo de 2017 y nunca ha vuelto a abrir. Pese a la mediación de Londres, los partidos no han logrado un consenso para el arranque efectivo de la legislatura.

Como consecuencia de la suspensión del Legislativo autónomo, el último presupuesto anual de Irlanda del Norte fue aprobado con una ley votada por el Parlamento de Londres, lo que podría suceder de nuevo en el próximo ejercicio.