Emmanuel Macron busca relanzar su mandato y recuperar el pulso perdido en los sondeos de aprobación con un giro social. El presidente de Francia anunció ayer un plan de 8.000 millones para combatir la pobreza que estará centrado en niños y jóvenes y en ayudar a la búsqueda de empleo.

Macron, etiquetado desde su llegada como el "presidente de los ricos", considera que el actual modelo social no tiene en cuenta como debería las necesidades de la población más desfavorecidas. El Ejecutivo calcula que Francia tiene unos 8,8 millones de pobres, el 13,6% de la población, entre ellos tres millones de niños.

El plan de Macron pasa por ampliar el acceso a las guarderías y las ayudas económicas a los padres, ofrecer desayunos en las escuelas de educación primaria y fusionar en 2020 el mayor número de prestaciones sociales, dentro de un "ingreso universal de actividad" que contemplará también "deberes" para sus receptores.