La ONU teme el desplazamiento de hasta 900.000 civiles en la provincia siria de Idleb, actualmente bajo control de diversos grupos rebeldes, cuando se desencadene la gran ofensiva que preparan las fuerzas del régimen de Al Asad. La financiación de una operación de esa envergadura requeriría más de 300 millones de financiación.

La ONU trabaja bajo la suposición de que unas 700.000 personas se desplazarían aún más hacia el norte, a zonas bajo control rebelde y la frontera con Turquía, y que unas 100.000 saldrían de la provincia hacia áreas controladas por el Gobierno, informa la agencia "Efe".

En Idleb viven 2,9 millones de civiles, incluidos un millón de niños, cuyas vidas estarán en riesgo en caso de ataques masivos, con los el Gobierno sirio recuperaría el mayor pedazo de territorio que aún queda fuera de su control. Damasco y Rusia justifican sus planes de ataque en la presencia en Idleb de organizaciones terroristas con hasta 10.000 efectivos.