El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó el viernes por la noche que no se puede descartar una intervención militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro para poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano. "En cuanto a intervención militar para derrocar al régimen de Nicolás Maduro creo que no debemos descartar ninguna opción", dijo Almagro en una rueda de prensa que dio en el lado colombiano del puente binacional Simón Bolívar, a pocos metros de la frontera con Venezuela.

Almagro, que visitó la ciudad fronteriza de Cúcuta para ver sobre el terreno la situación de miles de venezolanos que emigran a diario de su país agobiados por la escasez de alimentos y medicinas, entre otras privaciones, agregó "que las acciones diplomáticas están en primer lugar" pero no se pueden descartar otras, dada la gravedad de la situación.

Lesa humanidad

El jefe de la OEA respondió así a una pregunta de periodistas y señaló que "definitivamente el régimen de Nicolás Maduro lo que está perpetrando en materia de crímenes de lesa humanidad contra su población, en violaciones de derechos humanos, en sufrimiento de la gente, en el éxodo inducido que está impulsando", hace que no se pueda descartar la opción de la intervención militar.

Almagro lamentó "el dolor" y "el sufrimiento del pueblo venezolano". "Un pueblo venezolano que hoy es víctima de la represión, pero una represión distinta, incluso a las demás dictaduras que hemos tenido en el continente; en este caso es la miseria, es el hambre, es la falta de medicamentos como instrumentos represivos para imponer una voluntad política al pueblo", afirmó.

A renglón seguido declaró que nunca se ha visto en el mundo un "un Gobierno tan inmoral" que "se niega a aceptar la ayuda humanitaria cuando está en medio de una crisis humanitaria". "Eso es absolutamente inadmisible y no lo podemos permitir, la ayuda humanitaria tiene que llegar a Venezuela", subrayó.

Paralelamente, Almagro pidió a la comunidad internacional un esfuerzo especial para conseguir "recursos adicionales" que permitan afrontar la crisis de Venezuela. "La comunidad internacional es responsable y no puede permitir una dictadura en Venezuela, una dictadura que afecta la estabilidad de toda la región".