Las críticas a los laboristas adquirieron un papel protagonista en el arranque del congreso anual de los conservadores, que se celebra hasta el próximo miércoles en la ciudad de Birmingham. El presidente "tory", Brandon Lewis, fue el encargado de pronunciar el discurso de bienvenida, en el que abrió la veda contra del principal partido opositor y su líder, Jeremy Corbyn.

Lewis afirmó que los laboristas quieren "destruir" todo lo que ha conseguido el Reino Unido como país y devolverlo a "la casilla de salida" y tildó las ideas izquierdistas de Corbyn como peligrosas.

El ministro británico de Comercio Internacional, Liam Fox, se sumó a los reproches y censuró los "intentos" laboristas de "frustrar" el plan del "Brexit" de la primera ministra Theresa May.

Fox aseguró que "el Reino Unido tiene el potencial de ser una superpotencia exportadora del siglo XXI", y opinó que "lo que realmente temen los inversores globales" es un Gobierno laborista.

Antes del comienzo del cónclave, May acusó a los conservadores que han criticado su plan para el "Brexit" de estar "jugando" con el futuro del Reino Unido y de "socavar el interés nacional".