El ministro británico de Interior, Sajid Javid, se disculpó ayer con unas 130 personas que, en fecha no precisada, fueron forzadas a someterse a pruebas de ADN para demostrar que tenían derecho a residir en Reino Unido. Las pruebas forzosas formaban parte de una investigación contra el fraude, pero se descubrió que entre los investigados había familiares de afganos y gurkhas nepalíes que combatieron en las filas del Ejército británico.