El australiano Julian Assange no se enfrenta a ninguna petición de extradición, aseguró ayer el canciller ecuatoriano José Valencia, cuyo país ofrece asilo desde 2012 en su embajada en Londres al fundador de WikiLeaks, que teme ser entregado a EE UU y condenado a muerte en ese país.

El ecuatoriano Carlos Poveda, uno de los abogados de Assange, afirmó hace dos semanas en Quito que el australiano estaría dispuesto a entregarse a la justicia de Reino Unido si se le asegura que no será extraditado. La justicia británica sí tiene una orden de detención contra Assange por romper las condiciones de su libertad condicional cuando estaba acusado de supuestos delitos sexuales en Suecia.

Aunque las causas suecas no prosperaron, el fundador de WikiLeaks teme que si deja la embajada ecuatoriana pueda ser extraditado a EE UU por haber difundido cientos de miles de documentos oficiales secretos de ese país en su web.

Valencia indicó que "lo que Inglaterra le pide es que comparezca ante la justicia británica para responder por haber roto las condiciones de su libertad provisional". Según Quito, Londres estima que la pena por ese delito no rebasaría los seis meses de cárcel.