El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intentó el miércoles por la noche, en una larga conversación telefónica, que la primera ministra británica, Theresa May, retirase del Acuerdo de Salida el polémico artículo 184. Pero la resistencia de May fue total y Sánchez fracasó. Así lo reveló ayer durante una comparecencia en el Congreso el secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano.

Según el responsable español, May hizo valer su "fragilidad política" para negarse a cualquier reapertura del acuerdo e instó a Sánchez a mostrar "apoyo y solidaridad" y a no poner obstáculos a la aprobación del acuerdo en el Consejo Europeo del domingo.

Pese a las actuales discrepancias, la labor negociadora de ambos Gobiernos ha sido continua estos últimos meses. Fruto de ella son los cuatro memorandos y el tratado fiscal pactados para facilitar la salida ordenada del Peñón de la UE. Estos documentos, no obstante, sólo serán válidos durante el periodo de transición. De ahí el interés de España en tener un papel decisivo en la negociación de la relación futura entre la UE y el Peñón, que Madrid quiere desligar de la más general entre Bruselas y Londres. Los textos pactados para la transición afectan a cuestiones fiscales, medioambientales, pesqueras y laborales.