El paciente había acudido a la consulta de su médico con molestias en el oído. Seguramente lo que no sabía es que la pesadilla de muchos (eso de que se “cuelen” insectos en la boca o en el oído mientras se duerme), se hubieran hecho realidad. Pero efectivamente así había sido. Las imágenes dejan poco a la imaginación. El caso tuvo lugar en Vietnam el pasado 6 de diciembre tal y como recogen periódicos como el Daily Mail (puedes ver las imágenes en el vídeo que reproducimos a continuación pero te advertimos de su crudeza).

El paciente aseguró cuando llegó a la consulta de su médico que sentía como si un insecto “le estuviera recorriendo” por dentro. Y nada más cerca de la realidad. Tenía uno dentro y el vídeo del Doctor Hoat lo demuestra. En un primer momento el médico trató de sacar al animal introduciendo una luz dentro del pabellón auditivo. Pero no lo consiguió. Entonces utilizó una especie de gancho para sacarlo.

Una vez que consiguió curar al paciente lo que no supo explicar el doctor es cómo ese animal había podido acabar dentro de su pabellón auditivo. El suceso causó una gran conmoción en el país. Tanto que muchos se preguntan si eso podría volver a pasar. Pero los expertos los tranquilizan. Al menos en parte. Los expertos en insectos aseguran que eso es algo poco común, que los oídos humanos no suelen ser una buena “cueva” para este tipo de insectos.

Evidentemente por ser raro o poco común es lo que llama la atención. Hace meses también te contábamos (en este enlace lo puedes leer) el caso que le sucedió a un americano que tuvo que batallar en las clínicas médicas para quitarse la reacción que le había provocado en el cuerpo el insecto con el que había entrado en contacto después de enterrarse en la arena en una playa. Su familia quiso hacer púbico su caso para advertir a otros de los peligros que podía entrañar, sin que fueras del todo consciente de ello, algo tan anecdótico y supuestamente tan inocente como enterrarte en la arena de una playa para hacer un juego. En este caso las fotos no tenían desperdicio y conmocionaron e hicieron reflexionar a la sociedad americana, muy curada de espanto en cuanto a imágenes duras.