Los bomberos franceses han encontrado este domingo una cuarta persona fallecida entre los escombros causados por la explosión de este sábado de una panadería en el centro de París debida a una fuga de gas, según ha confirmado la Fiscalía de la capital francesa.

La víctima se trata de una mujer que posiblemente residía en el edificio en el momento de la explosión, según la Fiscalía, sin dar más detalles.

Con el hallazgo de este cadáver ya son cuatro las personas que han fallecido --junto a dos bomberos y una ciudadana española-- y otras 40 personas que resultaron heridas, nueve de gravedad, tras la explosión de gas que sacudió la calle de Trévise, en el distrito IX del centro de París.

Una fuerte explosión en una panadería del centro de París, causada en apariencia por un escape de gas, dejó este sábado cuatro muertos -entre ellos una turista española- y decenas de heridos por la potencia de la detonación, que devastó fachadas, comercios y vehículos.

Acababan de dar las 09.00 (08.00 GMT) cuando un estruendo hizo temblar ventanas y cristales de las viviendas del céntrico distrito IX de París, como pudo constatar Efe.

Un grupo de bomberos intervenía en ese momento por una fuga de gas registrada en una popular panadería de la calle Trévise, que estaba cerrada.

El estallido, similar en su proporción al de una bomba de fuerte onda expansiva, causó un incendio que tardó horas en ser sofocado.

En ese momento, además de los bomberos, había turistas en la calle o desayunando en alguno de los hoteles que abundan en esa zona, que vieron cómo los cristales se rompían e incluso, en algunos sitios, el techo se venía abajo.

Dos bomberos perdieron la vida, además de una turista española, según informaron a Efe fuentes diplomáticas, que agregaron que otros dos españoles resultaron heridos, una mujer leve, y un hombre cuyo estado no reviste, de momento, gravedad.

Diez personas ingresaron en estado de "urgencia absoluta" en hospitales de París, y otras 37 resultaron heridas leves, entre ellas otras dos españolas.

Otro bombero permaneció dos horas sepultado bajo los escombros hasta que los equipos de rescate lograron extraerlo y trasladarlo, en estado grave, a un centro sanitario.

La magnitud del suceso obligó a evacuar a algunos de los damnificados en helicópteros de la protección civil, que aterrizaron en la cercana plaza de la Ópera para poder evacuarlos.

Pedro Gonçalves, trabajador de un hotel cercano y que sufrió cortes superficiales en la cabeza, relató a Efe el pánico desatado tras la explosión y cómo ayudó a sacar a algunos de los heridos a la calle para que fuesen atendidos.

"Sentí una gran presión sobre mi, como si alguien me empujara. No entendía nada, pero no perdí la conciencia. Estaba todo lleno de polvo y cascotes del techo, así que salí corriendo, pero luego volví a entrar para ayudar a los clientes heridos", dijo.

Gonçalves explicó que consiguió sacar a un hombre herido en la cabeza que estaba inconsciente y a otros clientes del hotel, entre gritos y escenas de pánico.

Las fachadas de la calle quedaron calcinadas y sin cristales, con varios vehículos volcados por la onda expansiva.

Un portavoz de los bomberos, Eric Moulin, advirtió de que "algunos edificios están realmente deteriorados y podrían derrumbarse en cualquier momento".

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Los servicios de emergencia trabajan en el lugar de la explosión

Los temores se centran sobre todo en el edificio de la panadería y los dos inmuebles anexos, cuya estabilidad ahora no mismo no puede ser asegurada por los técnicos.

Todo esto obligó a las fuerzas de seguridad a evacuar a vecinos y clientes de los hoteles, acogidos en diferentes establecimientos y en la Alcaldía del distrito IX de París, que daba cobijo a primera hora de la tarde a más de 150 personas.

Los servicios de socorro han detectado varias bolsas de gas en varios pisos del edificio que registró la explosión y ahora tratan de verificar que los inmuebles cercanos no presentan ningún riegos para que los vecinos y los clientes de los hoteles puedan volver a sus alojamientos.

Más de 200 bomberos y de un centenar de policías fueron movilizados para responder a la explosión, que obligó al corte de varias calles muy frecuentadas por los turistas, ya que en ellas se hallan lugares icónicos de París como el Museo de Cera o el teatro de variedades Folies Bergère.