La primera ministra británica, Theresa May, sufrió ayer una derrota que superó con amplitud las peores previsiones y fue acogida con subidas de la libra esterlina. El Acuerdo de Salida pactado con la UE fue vapuleado por la Cámara de los Comunes en una votación que registró 202 votos favorables y 432 en contra, una diferencia de 230 votos que rebasa con creces la frontera de los 200, considerada catastrófica. Es la peor derrota de un Ejecutivo británico en un siglo.

En respuesta, May solicitó la confianza de la Cámara, tan sólo minutos antes de que el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, presentara una moción de censura que se debatirá y votará hoy mismo. Las posibilidades de que la moción prospere no están nada claras, toda vez que el partido unionista norirlandés DUP, socio de May en la actual legislatura, confirmó que le mantendrá su apoyo.

Tras conocer la goleada encajada por el Acuerdo de Salida, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió a Reino Unido que "el tiempo se acaba" e instó a May a "aclarar cuanto antes sus intenciones". Para Juncker, "el riesgo de una retirada desordenada de Reino Unido ha aumentado", por lo que Bruselas "continuará con su trabajo de contingencia para asegurar que la UE está plenamente preparada". La fecha establecida para la salida de Londres de la Unión es el próximo 29 de marzo a medianoche.

Juncker reafirmó implícitamente que la UE sigue sin estar dispuesta a renegociar el texto, que calificó de "compromiso justo" y "mejor acuerdo posible", ya que anunció que la UE seguirá adelante con el proceso de ratificación. La cláusula de salvaguarda para Irlanda del Norte incluida en el texto -para evitar el restablecimiento de una frontera intrairlandesa- ha sido el desencadenante final del rechazo.

La salvaguarda ("backstop") prevé que Irlanda del Norte permanezca en la unión aduanera hasta que se alcance un acuerdo sobre la relación futura y que, de no alcanzarse, lo haga de modo "indefinido", con lo que se rompería la unidad comercial de Reino Unido. May ha intentado en vano que las autoridades comunitarias fijasen una fecha tope para esa permanencia del Ulster, que trasladaría la frontera comercial a sus puertos y aeropuertos.

La líder "tory" reaccionó a la derrota anunciando que, si supera la moción de censura de hoy abrirá conversaciones con los partidos para explorar posibles alternativas que cuenten con un respaldo mayoritario. Un acuerdo adoptado por los Comunes la pasada semana la obliga a presentar a la Cámara un "plan B" a más tardar el próximo lunes. "Está claro que la Cámara no apoya este acuerdo, pero el voto de esta noche no nos dice nada sobre lo que sí respalda", arguyó la primera ministra, quien se mostró contraria a convocar elecciones anticipadas, porque, sostuvo, "cualquiera que fuese el resultado", las opciones respecto al "Brexit" no cambiarían.

Desde Bruselas, el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, consideró una "mala noticia" el rechazo del Acuerdo de Salida y reclamó "certezas" para los europeos que viven en el Reino Unido y para los británicos que residen en la Unión Europea.