Roger Stone, exasesor del presidente de EE UU, Donald Trump, se ha abierto a colaborar con el fiscal especial que investiga la trama rusa, Robert Mueller. Stone, de 66 años, detenido el viernes y acusado de siete delitos relacionados con esa investigación, quedó en libertad horas después bajo fianza de 250.000 dólares.

"Esa es una cuestión que tendría que decidir tras hablar con mis abogados. Si hubo negligencias por parte de otra gente de la campaña de las que yo no estaba al tanto, y que ahora mismo desconozco, yo ciertamente testificaría de forma honrada", dijo Stone.

Según la fiscalía, el estratega republicano actuó como un enlace entre la campaña de Trump y Wikileaks, que difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran "perjudiciales" para la campaña de la candidata presidencial de ese partido, Hillary Clinton. Stone debe presentarse mañana ante un tribunal.