Julie Newman, de 44 años de edad, falleció este pasado 6 de marzo tras haber sido diagnosticada con cáncer de pulmón. Su hija Georgia, de 23 años, y su hijo Charlie, de 26, estuvieron a su lado hasta el último segundo: “exhaló su último aliento con nosotros a su lado”. Newman había ganado anteriormente la batalla al cáncer de útero; escuchar que debía enfrentarse de nuevo al cáncer, esta vez de pulmones, fue totalmente devastador tal y como relatan los periódicos ingleses que recogen su testimonio. Momentos previos a su visita al doctor, esperaba que esta sirviese de confirmación de que se trataba únicamente de una infección de pecho, pero el resultado de su evaluación médica le causó gran conmoción: en el momento en que acudió a la consulta, la enfermedad ya se había extendido, no solo hacia sus huesos y varios órganos, sino también hacia su cerebro.

Los doctores habían previsto que desde el momento en que acudió al hospital tan solo le quedarían alrededor de ocho semanas más de vida, aunque terminó por resistir contra todo pronóstico siete meses más, hasta este pasado 6 de marzo.

Newman había sido diagnosticada previamente con cáncer de útero gracias a una prueba de citología que había estado posponiendo durante casi un año. Tras innumerables sesiones de quimioterapia y radioterapia, los médicos le dieron luz verde: había ganado la batalla al cáncer.

Durante los 12 años siguientes, realizó varias campañas de concienciación acerca del cáncer de útero, aconsejando a todas las mujeres llevar a cabo ese mismo test para conocer el estado de su cuerpo. “Ayudar a otros era muy importante para mi madre; estaba decidida a ayudar a los demás, lo hizo voluntariamente porque era lo que quería, hicimos marchas solidarias y ella dio muchas charlas al respecto”, relató Georgia, su hija de 23 años.

En octubre de 2017, Newman cayó enferma de nuevo. Cuatro meses más tarde, después de haber ido previamente al médico y tras no notar ninguna mejoría, esperaba que una nueva visita al hospital le dijese que tenía una infección en el pecho. Pero Newman tuvo que lidiar con una noticia devastadora: un diagnóstico que afirmaba que tenía cáncer de pulmón. Tiempo más tarde, en agosto de ese mismo año, sufrió una convulsión que sirvió a los médicos para llevar a cabo su diagnóstico.

Nuestra madre luchó hasta el final”, afirmó su hija. “Tuvimos una gran celebración de Navidad con ella, no quería que gente desconocida viese su estado, así que cuidamos de ella las 24 horas del día como una familia unida; se mantuvo valiente por nosotros, no quería que entrásemos en pánico, pero tampoco quería morir, no quería irse, y es totalmente devastador porque sabíamos que este día iba a llegar.”