Unos 2,8 millones de personas afectadas por el ciclón Idai en Mozambique, Zimbabue y Malaui esperan ayuda urgente de las organizaciones internacionales y los servicios de emergencia, que hoy continuaron las labores de rescate.

El ciclón, que azotó a esos países la semana pasada, ha causado de momento casi 400 muertos de acuerdo con las cifras oficiales, aunque se temen muchos más, a medida que los equipos de rescate puedan penetrar en zonas que llevan días bajo el agua.

Las labores siguen siendo intensas, mientras gran parte del territorio afectado continúa inundado y decenas de miles de personas esperan en refugios ayuda de emergencia y que mejore la situación para poder proseguir con sus vidas.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU hizo públicos los cálculos del número total de afectados por este desastre natural sin precedentes en el continente: entre esos damnificados se incluyen 200.000 personas que necesitan asistencia urgente durante los próximos tres meses en Zimbabue, además de 920.000 personas en Malaui.

En Mozambique, el PMA maneja la cifra de 600.000 damnificados, pero prevé que se elevará a 1,7 millones en las zonas arrasadas por las inundaciones.

Mozambique, donde el ciclón tocó tierra el jueves, es el país más afectado y donde más muertos se han confirmado hasta el momento, 202, una cifra aún muy provisional y que no ha sido actualizada por el Gobierno o la ONU desde el martes.

Además, el Ejecutivo mozambiqueño calcula que hay 400.000 desplazados.

"Lo que se ve en la televisión no se puede comparar con la realidad", dijo est jueves en una entrevista telefónica a Efe el gerente nacional de operaciones de la ONG evangelista World Vision en Mozambique, Rodolfo Henríquez.

"Al no estar funcionando las morgues, aumenta el riesgo de que se propaguen enfermedades como el cólera", advirtió Henríquez desde la ciudad de Quelimane, en la provincia de Zambezia (centro del país), a unos 500 kilómetros de la localidad costera de Beira, epicentro de la catástrofe.

Las prioridades se centran ahora en proveer medicinas y agua, ya que muchas zonas de Mozambique han visto su suministro interrumpido.

En Beira, una de las principales ciudades mozambiqueñas, no hay suministro de electricidad y agua y sólo se puede acceder a internet desde el aeropuerto.

Además, la adquisición de productos de primera necesidad se ha complicado y los precios se han incrementado en gran medida.

"Si uno sobrevuela el país en avión, verá que hay agua por todas partes. La gente necesita electricidad, agua, comida y un techo sobre sus cabezas", explicó Joseph Kamara, que coordina las medidas de ayuda para World Vision en Beira.

Por si fuera poco, el riesgo de que se rompan varias presas en Mozambique y Zimbabue, que ya han alcanzado su capacidad de absorción, es alto, alertó esta ONG.

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja (IFRC, en sus siglas en inglés) ha instalado varios puestos de abastecimiento de agua y saneamiento en Beira, y nuevas unidades están en camino.

"Sabemos que los riesgos sanitarios se elevan drásticamente después de cualquier emergencia, así que mucho más en una de esta magnitud. Estamos preocupados por la propagación de enfermedades transmitidas por el agua", indicó hoy el jefe de operaciones en Mozambique de la IFRC, Jamie LeSueur, en un comunicado.

La directora de Oxfam en Mozambique, Rotafina Donco, explicó este jueves que hay personas en campamentos que no han comido desde hace días, otras aún esperan a ser rescatadas aferradas a las copas de los árboles y "los precios de los alimentos se están disparando".

El precio por unas patatas y huevos fritos es ahora de 25 dólares, mientras que normalmente este plato se sitúa entre 3 y 5 dólares.

En el país vecino, Zimbabue, donde avanzó Idai el viernes, el número de muertos contabilizados ha aumentado a 139, según las últimas cifras facilitadas este jueves por el Gobierno, que teme que se incrementen cuando las autoridades puedan acceder a todo el territorio afectado por el ciclón.

La mayoría de las muertes (127) se registró en el distrito oriental de Chimanimani, cerca de la frontera con Mozambique.

El número oficial de desaparecidos se sitúa en 189, aunque todo apunta a que ese dato también aumentará, en base a los testimonios de supervivientes de las zonas afectadas.

"Venimos aquí cada día, tratando de buscar entre los escombros, con la esperanza de encontrar a nuestros familiares que aún están desaparecidos. Es devastador", declaró al diario local "NewsDay" el funcionario Dudzai Ndiyadzo, de la localidad de Chipinge (sureste), donde muchas viviendas están destruidas.

Antes de formarse, en el canal que separa Mozambique de Madagascar, Idai era una tormenta tropical que causó graves inundaciones en Mozambique y Malaui, país en el que han muerto 56 personas.