Una niña de tres años de origen inglés falleció hace días después de sufrir una rara infección en un aeropuerto después de unas vacaciones que había disfrutado junto a sus padres en las Maldivas. La familia está ahora destrozada según informa en su edición de hoy el periódico Birmingham Live.

La pequeña, Ava Akers, tuvo que regresar en un avión medicalizado ya que fue en su país de destino en donde cogió la supuesta infección que acabaría con su vida. La niña había sufrido importantes daños cerebrales. Ahora sus padres han decidido lanzar una organización benéfica a su nombre llevando alimentos y artículos esenciales al hospital de niños de su ciudad natal.

En declaraciones al ya citado periódico el padre de la pequeña aseguró que la niña “estaba perfectamente sana” antes del viaje. “Disfrutaba del ballet, la natación, el preescolar al que asistía y teníamos previsto que empezar a la escuela en septiembre”, aseguró el progenitor definiéndose como una persona “viajera empedernida” con una pasión por conocer el mundo que compartía con su mujer y que les había llevado a destinos como Suiza, Italia, Barbados o Abu Dabi.

“Habíamos tenido unas vacaciones fantásticas en Maldivas pero al coger un avión en la isla en la que nos estábamos quedando” la pequeña enfermó. “Le preguntamos si quería algo de la tienda de recuerdos, le dimos un juguete y lo dejó caer. Nos extrañó porque no era torpe pero cayó al suelo en una convulsión, sus ojos se pusieron en blanco y todo su cuerpo temblaba”, afirma el padre asegurando que la niña se estaba asfixiando y definiendo como “terrible” lo que estaba viviendo.