El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tiene casi asegurado un quinto mandato como jefe del Gobierno por la ventaja de diez escaños que tiene el bloque de derecha frente al de centroizquierda que encabezaría el general retirado Benny Gantz tras haber empatado con 35 escaños el Likud y el Partido Azul y Blanco, según los resultados de las elecciones legislativas del martes con el 95 por ciento del voto escrutado.

Según informa el diario 'Haaretz', con el 95 por ciento escrutado, el Likud y el Partido Azul y Blanco logran 35 escaños cada uno, seguidos por el partido ultraortodoxo Shas y el Judaísmo Unido de la Torá (UTJ), que tienen cada uno ocho escaños, mientras que la alianza Hadash-Taal y el Partido Laborista israelí se quedan con seis.

El partido ultraderechista Yisrael Beiteinu, liderado por el exministro Avigdor Lieberman, se sitúa con cinco escaños, los mismos que la Unión Derechista, mientras que con cuatro diputados se colocan Balad-UAL, Kulanu y Meretz. Fuera de la Knesset se quedan los partidos Nueva Derecha, Gesher y Zehut por no haber logrado superar el umbral de voto para tener representación parlamentaria.

La mayoría de los partidos de derecha ya han avanzado que apoyarán a Netanyahu como candidato a primer ministro en el próximo gobierno tras las elecciones legislativas de este martes, en las que la participación ha alcanzado un nuevo mínimo en la comunidad árabe israelí.

El líder del partido ultraderechista Yisrael Beiteinu, Avigdor Lieberman, ha dejado claro este miércoles que no apoyará a Benny Gantz como candidato a primer ministro en el futuro gobierno. En declaraciones al diario 'Yediot Ahranoth', Lieberman ha subrayado que "no existe" un escenario en el que el general retirado que lidera la lista del Partido Azul y Blanco pueda convertirse en el próximo primer ministor israelí. Lieberman ha afirmado que su formación o se suma a un gobierno liderado por Netanyahu o se quedará en la oposición.

Benny Gantz, que ha conseguido 35 escaños con su formación, la misma cifra que obtiene el Likud de Netanyahu, ha comunicado a sus compañeros de partido este miércoles por la mañana que la situación es "desalentadora" pero ha confiado en que todavía se pueda conseguir un cambio de gobierno.

"Parecen desalentadores pero los resultados todavía no son definitivos. Es posible que haya cambios electorales y podemos hacer determinadas maniobras políticas", ha indicado.

El general retirado ha dicho que sus electores quieren esperanza y hay que dársela. "Quieren una vía distinta y se la hemos mostrado. No daremos marcha atrás en nuestro deber público para representar a más de un millón de personas que nos han pedido algo distinto. Es una victoria histórica sin precedentes. Deberíamos estar orgullosos", ha subrayado.