El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, llamó a la calma en el país tras una serie de atentados con bomba que golpearon este domingo tres hoteles de lujo y tres iglesias en la isla, cuando celebraban el Domingo de Resurrección, y que han dejado hasta el momento al menos 40 muertos y 280 heridos.

"Por favor, permaneced en calma y no seáis engañados por rumores", aseguró Sirisena en un mensaje a la nación, en un país en el que han sido frecuentes los choques comunales en el pasado como reacción a sucesos violentos.

El presidente, que se mostró "en 'shock' y triste por lo que ha ocurrido", aclaró que "las investigaciones están en curso para descubrir qué tipo de conspiración está detrás de estos crueles actos".

Los fieles celebraban hoy el Domingo de Resurrección, el día más importante dentro de los ritos de la Semana Santa.

Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.

En Sri Lanka la población cristiana representa el 7 %, mientras que los budistas son alrederdor del 67 %, los hinduistas son el 15 % y los musulmanes el 11 %.

Sin embargo, atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó según datos de la ONU más de 40.000 civiles muertos.