La Fiscalía argelina pidió este domingo penas de 20 años de prisión para los ex primeros ministros Ahmed Ouyahia y Abdelmalek Sellal, considerados miembros del clan del expresidente Abdelaziz Bouteflika, por un presunto delito de corrupción, informó la televisión estatal.

La misma pena fue requerida contra el exministro de Industria y Minas, Abdeslam Bouchouareb, quien se halla huido de la justicia en el extranjero y contra el que el tribunal emitió una orden internacional de búsqueda y captura.

La Fiscalía, que investiga un presunto amaño en la concesión de permisos para la importación y ensamblaje de vehículos extranjeros, pidió igualmente penas de quince años de prisión para los exministros del mismo ramo, Youcef Yousfi y Mahdjoub Bedda, que como el resto integraron alguno de los muchos gabinetes que presidió Bouteflika en sus veinte años en el poder.

También se solicitó una pena de diez años de prisión y una multa de tres millones dinares (30.000 euros) para el empresario Ali Haddad, fundador el primer grupo privado argelino de construcción y presiente de la patronal, y sendas penas de diez años de prisión y multa de un millón dinares (10.000 euros) para la antigua gobernadora de la ciudad de Boumerdes, Yamina Zarhouni, y el exministro de Transportes y exgobernador de Orán, Abdelghani Zaalane.

De atenderse las peticiones de la Fiscalía, sería la primera vez en la historia contemporánea de Argelia que se juzga y condena a antiguos jefes de Gobierno.

Exministros y empresarios acusados

Junto a ellos, también son juzgados por el mismo delito los empresarios Ahmed Mazouz, presidente del grupo que monta y distribuye en Argelia todos los vehículos de marcas chinas; el director local de Kia Motors, Hassan Larbaoui; el exvicepresidente de la patronal Foro de Jefes de Empresas (FCE), Mohamed Bairi; y los exdirectores del banco nacional (BNA) Aboud Achour y Nemroud Abdelkader.

Para todos ellos la Fiscalía pidió una pena de diez años de cárcel y un millón de dinares de multa (10.000 euros), mientras que para Sellal Fares, hijo del ex primer ministro, la pena sería de ocho años de prisión y tres millones de dinares de multa (30.000 euros).

Según la Fiscalía, existen pruebas de que todos los acusados se beneficiaron de una red corrupta y desviaron fondos ilícitos para financiar la campaña del presidente Bouteflika, quien se vio obligado a renunciar al poder a finales del pasado mes de marzo forzado por las protestas en la calle y presionado por el jefe del Ejército y nuevo hombre fuerte del país, Ahmed Gaïd Salah.

Tras la renuncia, el general -al que designó el propio mandatario en 2004- impulsó una campaña de "manos limpias" que ha llevado a decenas de políticos, oficiales de alto rango y empresarios a prisión, entre ellos el propio hermano del presidente, Said, al que se consideraba el poder en la sombra, y el general Mohamad Mediane alias "Tawfik", que fue durante 25 jefe de los servicios secretos y posible sucesor.

Said, condenado a quince años de cárcel en un juicio rápido de cuyas garantías se duda- fue convocado el sábado por el juez para que declarara sobre la financiación de la campaña electoral- pero se negó a declarar.

Diez meses de protestas

Este fin de semana, y como cada viernes desde que el pasado 22 de febrero arrancaron las protestas, decenas de miles de argelinos salieron a la calle para exigir la caída de todo el régimen militar, incluido el propio Gaïd Salah, al que acusan de impulsar unas elecciones presidenciales "amañadas" que solo persiguen la perpetuación del actual poder.

Los congregados, miembros del movimiento popular de protesta masivo "Hirak" , volvieron a pedir a la población que boicotee la consulta e instó a una huelga general que paralice el país hasta el próximo jueves, fecha en la que los argelinos están llamados a las urnas para designar al sustituto de Bouteflika, elegido por vez primera en 1999 y que este año pretendía presentarse a la reelección para un quinto mandato consecutivo pese a estar gravemente enfermo.

En la carrera presidencial compiten cinco candidatos, ninguno de los cuales pertenece al Hirak, y solo dos parecen contar en los pronósticos: los ex primeros ministros Alí Benflis, que en 2014 compitió con Bouteflika en las presidenciales de la discordia, y Abdelmajid Tebboune, que lidero brevemente el Ejecutivo en 2017 cuando ya no se sabía si Bouteflika seguía al mando.

El Hirak se niega a participar en las elecciones mientras continúe el actual gobierno, formado tras la renuncia de Bouteflika y liderado por el que fuera su ministro del Interior, y el organizador de comicios precedentes, Nouredin Bedaui.