La Policía inglesa encontró esta mañana el cuerpo sin vida de un bebé recién nacido entre dos importantes calles de la villa de Portsmouth. Un operario que trabajaba por la zona alertó a los agentes de lo que estaba sucediendo a eso de las seis y media de la mañana. El portavoz de los agentes declaró posteriormente que estaba "consternado" por lo sucedido tal y como informan los medios británicos.

Los funcionarios policiales tratan ahora de averiguar que pasó con la madre. De hecho el agente que se hizo cargo del caso hizo unas declaraciones tras el macabro hallazgo llamando a la madre a entregarse. Todavía no están del todo claras tampoco las causas en las que habría muerto el pequeño.

El caso recuerda, salvando las distancias, el que tuvo lugar hace varios meses en Gijón. Por aquel entonces la Policía Nacional encontraba el cuerpo sin vida de un bebé arrojado en un contenedor. En ese caso el pequeño tenía varias puñaladas por el cuerpo, lo que obligó desde un primer momento a abrir una investigación que acabó cerrando la Policía con el arresto de la madre del pequeño que vivía justo frente al contenedor al que arrojó los restos sin vida del pequeño apenas una horas después de que naciera.