Las fuerzas de seguridad griegas han lanzado gases lacrimógenos sobre unas 200 personas durante los enfrentamientos que se han producido este domingo a lo largo de la frontera entre Grecia y Turquía.

El suceso ha tenido lugar en el pueblo fronterizo de Kastanies, en el noreste de Grecia, donde se encuentra una de las dos oficinas de aduanas para cruzar la frontera con Turquía.

De acuerdo con la información a la que ha tenido acceso la agencia DPA, el choque se produjo después de que unos 200 migrantes provocaran el derribo de un árbol, ocasionando daños en un tramo de la valla situada en el lado griego.

La Policía griega ha respondido usando gases lacrimógenos para asegurar la frontera.

La situación en la región se ha visto agravada después de que Turquía declarase a finales de febrero que la frontera con la Unión Europea estaba abierta, lo que ha provocado que miles de migrantes y refugiados se dirigiesen hacia la frontera con Grecia y Bulgaria.

Por su parte, las autoridades griegas han impedido que se produjeran los cruces hacia su territorio, por lo que centenares de personas han quedado varadas en el lado turco a la espera de poder cruzar.

Después del anuncio del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, la Unión Europea (UE) declaró su apoyo inmediato a Grecia y Bulgaria.

"Nuestra máxima prioridad en esta etapa es garantizar que Grecia y Bulgaria tengan todo nuestro apoyo. Estamos dispuestos a proporcionar apoyo adicional, incluso a través de la misión FRONTEX por la frontera terrestre", anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a través de su cuenta de Twitter.

Erdogan justificó su decisión de abrir los pasos fronterizos por el incumplimiento de la UE del acuerdo alcanzado en 2016 para el cierre de la frontera a cambio de ayuda económica, e insistió en que "Europa debe mantener sus promesas".