Al menos cuatro civiles murieron y otros cinco resultaron heridos este martes en el ataque suicida de tres insurgentes a un hospital de atención materna en Kabul que apoya la ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).

El ataque -aún sin reivindicar- al hospital, que está situado en el distrito de Dasht-e-Barchi, en el oeste de Kabul, comenzó esta mañana con una explosión seguida de un tiroteo, y por ahora uno de los tres atacantes ha muerto, informó a Efe la portavoz adjunta del Ministerio del Interior, Marwa Amini.

Según el recuento inicial de víctimas, cuatro civiles murieron y otros cinco resultaron heridos, añadió Amini, que aclaró que la primera planta de este hospital con un centenar de camas ha sido despejada ya, aunque "la operación aún continúa".

"Más de 80 civiles, incluidos mujeres y niños, han sido rescatados hasta ahora por la Policía", anunció por su parte en un comunicado el portavoz del Ministerio de Interior Tariq Arian.

Las imágenes llegadas desde el lugar mostraron a numerosos miembros de las fuerzas de seguridad afganas llevando en brazos a recién nacidos.

Médicos Sin Fronteras confirmó a Efe que apoyan este centro médico, aunque evitaron dar más detalles.

El hospital "está respaldado por MSF, por el momento nuestra prioridad es la seguridad de nuestros pacientes y del personal, no hay más información en este momento", explicó una trabajadora de la ONG en Kabul, que prefirió mantener el anonimato.

La maternidad es el único centro para atender emergencias y partos complicados en un vecindario de más de un millón de personas, según informa MSF en su página web, al tiempo que en sus redes sociales la ONG celebraba esta mañana el nacimiento de un niño tras un parto complicado después de problemas durante el embarazo.

Los talibanes se distanciaron pronto de la autoría del atentado, al asegurar en un mensaje en Twitter que el ataque "no tiene relación con los combatientes del Emirato Islámico (como se autodenominan)".

Este tipo de acciones suelen ser reivindicadas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), al tratarse de una zona habitada principalmente por miembros de la minoría chií hazara, uno de sus principales objetivos.

Además, este atentado se produce un día después de que la principal agencia de inteligencia afgana anunciara la detención del líder del EI para el Sur y el Este de Asia, Ziaulhaq, en una operación especial desarrollada en el país asiático.

Semanas antes, había sido detenido también el líder del EI para Afganistán, Abdullah Orakzai.