Miles de neoyorquinos se echaron a la calle de nuevo este domingo para protestar por la muerte el lunes del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de un agente blanco y mostrar además su indignación por la brutalidad policial en la noche del sábado, cuando se produjeron duros disturbios en varios puntos de Nueva York que terminaron con 350 detenidos.

Como en las tres jornadas anteriores, las protestas comenzaron pacíficamente, con ciudadanos marchando por las calles de Nueva York portando carteles en las que se podía leer "Justicia para George Floyd" o "La vida de los negros importa", y gritando el "no puedo respirar" que repitió insistentemente Floyd cuando el policía le mantenía en el suelo con una rodilla en el cuello.

Sin embargo, también era palpable la indignación contra la propia policía de Nueva York, que ha sido criticada por su actuación del sábado después de publicarse en las redes sociales vídeos en los que se veían coches de las fuerzas del orden embistiendo a manifestantes o agentes echando espray pimienta en el rostro de ciudadanos con las manos en alto.

Por ello, se escucharon con insistencia frases duras contra la policía en las manifestaciones del domingo, que se produjeron en múltiples zonas de Nueva York, entre ellas Bryant Park, en el centro de Manhattan, o el Barclays Center, en el centro de Brooklyn.

La de Barclays Center fue una de las más numerosas, donde miles de personas se reunieron con el puño alzado y carteles que pedían la "abolición de la policía" en una zona en la que aún se apreciaban claramente los destrozos del sábado, con mobiliario urbano destruido y numerosos escaparates rotos.

"La policía debe cambiar su interacción con la comunidad, y punto. Se sienten tan excitados por el poder que les da una placa policial que se les olvida que están hablando con seres humanos", decía una de las manifestantes del Barclays Center.

Mientras, en Bryant Park, en Manhattan, varios miles de personas comenzaban la pacífica protesta con un minuto de silencio, seguido de repetidos "fuck the cops" (que le jodan a los polis) y "no justice, no peace" (sin justicia no hay paz).

Los mismos mensajes que reflejaban los grafitis que han quedado plasmados en un sinfín de paredes, escaparates y columnas de Nueva York tras las intensas protestas del sábado, además de otros mensajes como "Riots Speak Louder than Words" (los disturbios hablan más alto que las palabras) o "More dead cops" (Más policías muertos).

Ni siquiera se libró la icónica catedral de San Patricio, en el centro de Manhattan, que amaneció con las siglas BLM (Black Lives Matter) en su fachada.

A lo largo del domingo, también se convocaron protestas en Queens, Staten Island y los Yonkers, la zona norte de Manhattan, además de otras localidades fuera de la ciudad de Nueva York, como en Rochester, en el norte del estado, o en Plainville, en la zona de Long Island.

También había presencia policial delante de la Torre Trump, en el este de Manhattan, otro de los lugares donde el sábado se produjeron concentraciones, mientras que muchas de las tiendas de lujo de la Quinta Avenida, como Versace o Cartier, habían protegido sus tiendas con tablas de madera para protegerse de posibles destrozos por parte de los manifestantes.

Pese a la imposición de toques de queda en algunas ciudades de EE.UU., el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, descartó este domingo la posibilidad por el momento de hacer uso de esa medida en el estado.

"Los toques de queda funcionan bien en algunas ciudades y en otras crean aún más problemas, así que es algo que analizaremos caso por caso, dependiendo de la zona", dijo Cuomo sobre las marcadas diferencias entre la metrópolis de Nueva York y otras zonas rurales del estado.