El Gobierno irlandés ha recomendado a su ciudadanía que cancele planes de vacaciones o evite hacer reservas para el verano, ante la preocupación por un aumento de casos de coronavirus en este país.

El jefe médico del Ministerio de Sanidad irlandés, Tony Holohan, advirtió este martes de que se "empieza a detectar" una "tendencia preocupante", con "informaciones sobre aumentos de casos y sobre nuevos focos".

Las últimas cifras oficiales indicaron el lunes que no se registraron nuevos fallecimientos en las 24 horas anteriores, lo que mantuvo el número de muertes en 1.735, aunque se detectaron 24 nuevos contagios, hasta un total del 25.462.

Holohan precisó que uno de esos nuevos focos de la Covid-19 está localizado en el noroeste del país y que se trata de un caso relacionado con un viaje a Irak, mientras que al menos otros cinco nuevos contagios también están vinculados a traslados al extranjero.

El experto se declaró "profundamente preocupado" por el impacto que tendrá la reapertura de las fronteras el próximo 9 de julio, cuando el Ejecutivo de Dublín tiene previsto relajar las restricciones de desplazamientos con el establecimiento de puentes aéreos con ciertos países.

"Muchos países alrededor del mundo siguen teniendo altos niveles de esta enfermedad. La pasada semana, se registraron más de 1,1 millones de casos y ahora hay más de 10 millones de casos globales. El riesgo de casos importados sigue siendo alto. Es importante que sigamos evitando viajes innecesarios", expuso Holohan.

En consecuencia, instó a aquellos que tienen reservas para pasar "unas vacaciones en el extranjero" a que cancelen esos planes, a fin de evitar el riesgo de "contagiarse con la Covid-19" y llevar la enfermedad a "miembros de sus familias y de la comunidad local".

Hasta la fecha, el Gobierno irlandés ha frenado la epidemia de coronavirus con éxito, según el consenso general, y adelantó a este lunes el comienzo de la tercera fase de la desescalada, después de decretar un confinamiento obligatorio el pasado 28 de marzo.

Este lunes reabrieron su puertas las cafeterías, restaurantes, hoteles, atracciones turísticas y culturales, peluquerías, gimnasios y los pubs que sirven comidas "sustanciales" (que cuesten al menos 9 euros), si bien todos estos establecimientos deben cumplir con estrictas medidas de seguridad y de distancia social.