El primer ministro británico, Boris Johnson, avanzó este miércoles que mantendrá por ahora la estrategia de combinar restricciones estrictas en las zonas de mayor incidencia del coronavirus con normas más laxas en el resto del territorio, aunque no descartó nuevas medidas generales si son necesarias.

El cierre de bares y restaurantes a las diez de la noche que impuso la semana pasada y la limitación de cualquier reunión a un máximo de seis personas que se introdujo a principios de mes no se han traducido por ahora en una estabilización de las infecciones, que han superado las 7.000 diarias en las últimas dos jornadas.

En una rueda de prensa desde su residencia de Downing Street junto con sus dos principales asesores científicos, el jefe de Gobierno argumentó que "llevará tiempo" comprobar la eficacia de esas restricciones.

En paralelo a las medidas generales, más de dos millones de personas en un área acotada del noreste de Inglaterra viven desde hoy con limitaciones más duras, que prohíben cualquier encuentro bajo techo entre personas que residan en distintos domicilios.

Johnson subrayó que sus prioridades son "mantener la economía abierta y a los jóvenes en el sistema educativo", pero aseguró que no le temblará el pulso para endurecer las medidas "si las evidencias así lo requieren".

"Hay quien dice que deberíamos rendirnos y dejar que el virus siga su curso, a pesar de la enorme pérdida de vidas que eso supondría. Debo decir que discrepo profundamente. Eso no es lo que quieren los británicos", declaró.

Insistió asimismo durante su intervención en que la clave para que las normas impuestas hasta ahora den resultado es su cumplimiento por parte de la población.

El mandatario conservador, que la pasada semana admitió que el país se ha adentrado en la "segunda ola" de la pandemia, indicó este miércoles que a partir de ahora ofrecerá ruedas de prensa de manera regular para informar sobre el avance de la lucha contra el virus, como hizo durante los primeros meses de la crisis sanitaria.

En los últimos meses, el jefe de Gobierno ha visto como caía su popularidad, debido en parte a la gestión de la pandemia. El pasado fin de semana, 'The Observer' divulgó la primera encuesta en la que los laboristas se situaban por encima de los conservadores desde que Johnson llegó al poder, en julio de 2019.

El Gobierno renueva sus poderes

La Cámara de los Comunes renovó este miércoles durante un nuevo periodo de seis meses los poderes excepcionales que otorgó al Gobierno el pasado 25 de marzo para poder imponer medidas contra la expansión del virus. La presión de la oposición laborista y de una facción de los conservadores ha obligado sin embargo al Ejecutivo a aceptar un mayor escrutinio parlamentario.

El ministro de Sanidad, Matt Hancock, concedió que "siempre que sea posible" convocará una votación antes de aplicar "medidas nacionales significativas" contra la pandemia.

El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, evitó esta tarde que se votara una enmienda que habría establecido por ley la necesidad consultar al Parlamento, una cláusula que había recabado el apoyo de decenas de diputados conservadores dispuestos a rebelarse contra su propio Gobierno.

A pesar de esa decisión, Hoyle criticó al Gobierno por haber mostrado un "completo desprecio" a la cámara a la hora de aprobar sus medidas para gestionar la crisis sanitaria y pidió que acepte un mayor protagonismo del Parlamento.

Incremento de pacientes graves

El consejero médico del Gobierno para Inglaterra, Chris Whitty, advirtió por su parte que en el norte de esa región británica y en Londres se está registrando un "aumento significativo" del número de pacientes graves que ingresan en la UCI.

Según las últimas cifras oficiales, en el conjunto del Reino Unido hay 312 pacientes con COVID-19 ingresados en unidades dotadas de máquinas de ventilación asistida.

"No estamos todavía en una situación que amenace nuestra capacidad hospitalaria, el sistema todavía tiene una capacidad significativa, pero vamos en la mala dirección", apuntó Whitty.

En las últimas veinticuatro horas se han registrado 7.108 nuevas infecciones en el conjunto del país y 71 fallecidos por coronavirus, hasta un total de 42.143 desde que comenzó la pandemia.

El consejero médico resaltó además que en algunas zonas del norte de Inglaterra el porcentaje de test que resultan ser positivos ha pasado en los últimos días de menos del 5 % a más del 15 %, lo que indica que existe "un incremento muy significativo" de la transmisión del virus.