La primera ministra de Nueva Zelanda, ha conseguido una aplastante e histórica victoria en las elecciones generales de este sábado tras una peripecia vital que la ha llevado de la conservadora iglesia mormona a convertirse en un ejemplo mundial de política progresista.

La carismática política laborista, hija de un policía y antigua feligresa de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), se convirtió en 2017 en la tercera mujer en llegar a la jefatura del Gobierno neozelandés y la más joven, con 37 años.

En estos últimos comicios ha conseguido revalidar su mandato y que el Partido Laborista gobierne en solitario, algo que ninguna formación neozelandesa había logrado desde la reforma electoral de 1996.

En sus primeros tres años como primera ministra se ha granjeado una gran popularidad por su liderazgo ante variadas crisis.

La prueba de fuego para Ardern llegó el 15 de marzo de 2019, cuando un supremacista blanco australiano tomó por asalto con armas automáticas dos mezquitas de la localidad de Christchurch y mató a tiros a 51 musulmanes, entre ellos varios niños, en el que fue el peor atentado terrorista de la historia del país.

La mandataria anunció inmediatamente una reforma de la ley de tenencia de armas que fue aprobada algunos meses después, consoló con gran empatía a las víctimas y a sus familias, mostró respeto a sus creencias al vestir un velo islámico y convirtió el dolor de la minoría musulmana en el de todo el país al pronunciar una frase que se volvió icónica: "Somos uno, ellos somos nosotros".

La respuesta del Gobierno de Ardern a la pandemia también ha sido exitosa, ya que ha conseguido que Nueva Zelanda haya logrado eliminar prácticamente la covid-19 con apenas 1.500 contagios y 25 fallecidos, gracias a medidas tempranas y contundentes en las que ha primado la salud frente a la economía.

Admiradora de Pedro Sánchez

Sin embargo, Ardern, que en un debate electoral se declaró admiradora del presidente español, Pedro Sánchez, también ha sido criticada por haber incumplido promesas claves como el acceso a la vivienda, si bien la mandataria ha tenido que gobernar con formaciones políticamente dispares al no obtener la mayoría absoluta en 2017, lo que ha reducido su margen de maniobra.

Nacida el 26 de julio de 1980 en Hamilton, en la Isla Norte de Nueva Zelanda, Ardern se crió en las localidades de Morrinsville y Murupara, donde el 16% de los niños viven en hogares de desempleados y un 11% de los menores de 15 años sufren inseguridad alimentaria.

De sus años en Murupara, la primera ministra recuerda "el impacto de la falta del trabajo y la esperanza y lo que pasa cuando no se invierte en los niños".

Renuncia a la fe

Devota mormona en su infancia y adolescencia, Ardern contó en una entrevista en 2017 que renunció a su fe debido a la posición condenatoria de la iglesia sobre la comunidad LGBT al compartir piso con tres amigos gays y, años después, votaría a favor del matrimonio igualitario en el Parlamento en 2013.

Tras afiliarse al Partido Laborista a los 17 años y destacar rápidamente en las juventudes de la formación política, se licenció en Comunicaciones por la Universidad de Waitako.

Ascenso político

Con el tiempo, Ardern se convirtió en la parlamentaria más joven de Nueva Zelanda en 2008, tras un periplo en el extranjero que la llevó de trabajar en una cocina popular en Nueva York cocinando albóndigas a formar parte de un equipo de consultores del entonces primer ministro británico, Tony Blair, en Londres.

En agosto de 2017, Ardern sucedió a Andrew Littler al frente del laborismo, después de que el partido depositase su confianza en ella para dirigir a la formación a la victoria en las elecciones del 23 de septiembre de aquel año, aunque fue necesario que formase una coalición de gobierno con los partidos Verdes y Nueva Zelanda Primero.

Durante su primer mandato, además de sus labores políticas, Ardern tuvo a su primera hija en junio de 2018 con su compañero sentimental, Clarke Gayford, lo que la convierte en la segunda mandataria en dar a luz durante su gobierno tras la fallecida Benazir Bhutto (1953-2007), primera ministra de Pakistán.