Malasia declaró este martes el estado de emergencia nacional hasta agosto con el objetivo de combatir el rebrote de casos de la covid-19 y que sirva para implementar medidas que alivien la presión en los centros sanitarios.

El rey Abdullah de Pahang indicó en un comunicado que el país "se encuentra en una etapa crítica" por la rápida propagación del virus, que en los últimos dos meses se ha cobrado más víctimas mortales que en los 10 meses anteriores, mientras que los hospitales tienen un 70% de las camas ocupadas.

La medida de emergencia fue solicitada la víspera por el primer ministro, Muhyiddin Yassin, durante una reunión con el monarca y después de que el mandatario anunciara el lunes medidas para restringir el movimiento interno de la población hasta final de mes.

La nación asiática sufre actualmente un importante repunte de infectados con la covid-19 y desde el inicio de la pandemia acumula más de 138.000 casos confirmados, incluidos 555 fallecidos.

El estado de emergencia además sirve para mantener la estabilidad política del país en un momento donde la coalición que gobierna cuenta con fisuras entre los partidos formantes y mantiene una frágil mayoría en el Legislativo.

"El Parlamento y las asambleas legislativas regionales no se reunirán durante el periodo de tiempo estipulado", indicó Muhyiddin, que en octubre vio como el rey rechazaba una propuesta similar para emitir un decreto de emergencia, durante un discurso televisado al precisar que tampoco se celebrarán elecciones durante estos meses.