Donald Trump firmó el lunes una proclamación para levantar las restricciones de viaje a Estados Unidos que pesan sobre los viajeros procedentes de la Unión Europa, Reino Unido y Brasil desde la pasada primavera. La medida del presidente saliente, que llega a menos de 48 horas de que abandone la Casa Blanca, estaba llamada a aplicarse a partir del 26 de enero, pero no ha tardado en ser rechazada por su sucesor en el cargo, un Joe Biden que quiere convertir la gestión de la pandemia en la prioridad de su Administración.

"Con la pandemia empeorando y variantes más contagiosas (del virus) apareciendo alrededor del mundo, este no es el momento para levantar las restricciones de viaje", ha dicho la portavoz del presidente electo, Jen Psaki. Hace tan solo unos días, las autoridades sanitarias estadounidenses anunciaron que todos los extranjeros que quieran entrar en EE UU tendrán que presentar una prueba negativa del Covid-19, realizada un máximo de 72 horas antes. Un requisito vigente desde hace algún tiempo en otros países que fue invocado por la Administración Trump para justificar el levantamiento de las restricciones que pesan sobre los ciudadanos del espacio Schengen, Reino Unido, Irlanda y cualquier otro pasajero que haya pasado por estos países en los 14 días previos a su entrada en EE UU.

Tanto la diplomacia europea como la aviación comercial llevaban meses presionando al Gobierno estadounidense para buscar fórmulas alternativas al cierre de las fronteras, que ha puesto a las aerolíneas en una situación económica muy complicada, al frenarse el turismo entre los dos continentes. Actualmente solo los ciudadanos estadounidenses, sus familiares directos y los viajeros con visado diplomático, militar o gubernamental pueden acceder sin restricciones a EE UU.

Endurecimiento de las medidas

Pero con la pandemia desbocada dentro de sus fronteras, Biden parece haber optado por poner pausa a la reapertura decretada por Trump. "Siguiendo el consejo de nuestro equipo médico, la Administración no pretende levantar estas restricciones el 26 de enero", escribió Psaki en Twitter. "De hecho, tenemos pensado reforzar las medidas de salud pública que conciernen a los viajes internacionales para mitigar un poco más la propagación del Covid-19".

La proclamación del presidente saliente dejó fuera a los viajeros de China e Irán aduciendo la falta de cooperación de sus Gobierno con Washington.