El Gobierno del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, recibió este martes el apoyo de una mayoría simple en el Senado, tras superar el lunes por mayoría absoluta la confianza de la Cámara de los Diputados, y ahora deberá decidir si sigue dirigiendo el país en situación de debilidad y si realiza cambios en los ministerios.

En total, 156 senadores de los 161 necesarios para obtener la mayoría absoluta secundaron el Ejecutivo, mientras que 140 votaron en contra.

Conte tiene ahora una mayoría débil pero suficiente en el Senado si decide seguir adelante con su gabinete, pero este escenario, permitido por la Constitución, tiene que contar con el visto bueno del presidente de la República, Sergio Mattarella, quien en los últimos días había pedido mayorías estables.

El Ejecutivo de Conte además podrá sumar en los próximos días otros apoyos, entre ellos el de un senador del gobernante Movimiento 5 Estrellas (M5S), que no asistió a la sesión porque está enfermo de covid-19.

Han respaldado al gabinete del actual jefe del Gobierno los partidos M5S, Partido Demócrata (PD) y Libres e Iguales (los tres en coalición gubernamental), dos senadores de Forza Italia, varios del Grupo Mixto y también al menos tres senadores vitalicios.

Retrasos

Los números en el Senado estaban muy ajustados y cada voto contaba. Eso explica el retraso que se vivió en el recuento, tras más de 11 horas de debate y una de votación, porque dos senadores, Alfonso Ciampolillo (ex M5S) y Riccardo Nencini (Partido Socialista Italiano), llegaron tarde pero argumentaron que estaban presentes en el aula antes de que concluyera la votación y pidieron dar su parecer.

La presidenta del Senado, Elisabetta Casellati, que les había contado como ausentes, se vio obligada a ver de nuevo el vídeo para comprobar la hora a la que habían llegado a la cámara alta y si había sido antes o después de que la votación fuera considerada cerrada.

Finalmente aceptó sus votos porque, dijo, habían llegado pocos segundos antes de que tocara la campana.

Los números importan

Conte compareció este martes en el Senado y leyó el mismo discurso del lunes la Cámara de los Diputados, aunque en esta ocasión agregó que, pese a que "los números son importantes", lo que más importa es "la calidad del proyecto político".

Igual que hiciera el lunes, en la cámara baja, apeló a la responsabilidad de los parlamentarios y evitar una crisis en el país en plena pandemia.

Y volvió a suplicar la ayuda, en este caso de los senadores: "A todos aquellos que tienen en el corazón el destino de Italia, les pido hoy: Ayudadnos. Ayudadnos a salir de nuevo lo más rápido posible. Ayudadnos a curar cuanto antes la herida que la actual crisis ha producido en el pacto de confianza establecido con los ciudadanos".

A pesar de la pandemia y de tener 90 años, la senadora vitalicia y superviviente de los campos de concentración nazis, Liliana Segre, quiso apoyar a Conte y viajó de Milán a Roma expresamente para participar en la sesión en la cámara alta.

Junto con ella, también votaron "sí" al menos otros dos de los seis senadores vitalicios: el ex primer ministro Mario Monti y la científica Elena Cattaneo.

Renzi acusa a Conte

Una de las comparecencias más esperadas del día era la del senador Renzi, quien acusó a Conte de "enrocarse" para seguir en el poder con menos apoyos.

"Usted ha elegido legítimamente una estrategia: Frente a nuestra petición de hacer política, de hablar de jóvenes, de innovación, de turismo, tecnología, eligió enrocarse, jugar la carta del ataque", reprochó.

"Necesitamos un Gobierno más fuerte", insistió.

Salvini

También intervino el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, quien reiteró que el país debe celebrar elecciones generales, que según los sondeos ganaría la coalición de derechas formada por su partido, Hermanos de Italia y Forza Italia.

"¿Si lo estáis haciendo todo bien qué problema hay en pedir la opinión a los italianos?", preguntó, al tiempo que acusó a Conte de no buscar responsables en el parlamento sino "cómplices para no perder el poder".

Y apuntó que "poner en cuestión un Gobierno que ha fracasado en todo no es un derecho es un deber de todo ciudadano italiano", señaló.

Conte sale debilitado

Conte intentará mantener ahora su Gobierno, si bien sin los apoyos de Italia Viva en el Senado estará en una posición de mayor debilidad que la que tenía antes, ya que antes tenía la mayoría absoluta en las dos cámaras.

Ya en su turno de réplica en el Senado, Conte apuntó a que estudiará con las fuerzas del Gobierno y con las que le han respaldado una posible reorganización de su gabinete. "Evaluaremos un tema que ya estábamos analizando: cómo fortalecer el equipo de gobierno", dijo.

El jefe del Ejecutivo italiano acudirá previsiblemente mañana ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, para conversar sobre la situación de su administración, que deberá dar su visto bueno.

No sería la primera vez que Italia es gobernada por un Ejecutivo sin mayoría absoluta en una de las dos sedes del Parlamento (el país suma 66 gobiernos en 73 años de democracia).

En total Italia fue dirigida por trece Ejecutivos sin una mayoría absoluta, presididos por figuras como los democristianos Alcide De Gasperi y Giulio Andreotti, el conservador Silvio Berlusconi o el izquierdista Massimo D'Alema que duraron uno o dos años como mucho.