Una migrante salvadoreña ha muerto por asfixia este fin de semana en México como consecuencia de la labor de los agentes municipales de Tulum, en Quintana Roo, sureste, que la detuvieron por supuestamente alterar el orden público.

De acuerdo con las fotografías y los vídeos que han circulado por las redes sociales y a los que ha tenido acceso el diario 'Milenio', cuatro agentes detuvieron a la mujer, identificada como Victoria Esperanza Salazar, de 36 años, y la tiraron al suelo, donde uno de ellos la inmovilizó colocando la rodilla sobre su espalda hasta que murió por asfixia.

La Fiscalía General de Quintana Roo ha iniciado una investigación por un presunto delito de feminicidio en contra de los cuatro agentes. El fiscal estatal, Óscar Montes de Oca Rosales, ha detallado que, en la autopsia, los forenses han concluido que la víctima presentaba una fractura en la parte superior de la columna vertebral, producida por la ruptura de la primera y la segunda vértebras, lo que le provocó la muerte.

Así, las lesiones son compatibles y coinciden con las maniobras que se le aplicaron durante su proceso de detención. "La técnica policial de control corporal y aplicada y el nivel de fuerza utilizado se realizó de manera desproporcionada e inmoderada y con un alto riesgo para la vida, ya que no fue acorde con la resistencia de la víctima, lo que ocasionó una desaceleración o rotación del cuello, violándose con ello lo establecido en la ley sobre el uso de la fuerza", ha dicho Montes de Oca, según ha informado el diario 'El Universal'.

Las autoridades mexicanas habían informado previamente de que los agentes que intervinieron en el suceso han tenido que acudir a declarar y "están detenidos". Se espera que en las próximas horas ingresen en un Centro de Readaptación Social y sean puestos a disposición judicial.

"La familia de la víctima contará con todo el apoyo del estado para salvaguardar su seguridad e integridad, así como garantizar su acceso a la Justicia", ha subrayado el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien ha insistido en que se castigará a los responsables y en que no "habrá impunidad".

Un "asesinato"

Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha lamentado la muerte de la mujer y ha asegurado que no quedará "impune". De forma paralela, en su rueda de prensa diaria, ha reconocido que fue tratada de forma "brutal" y que su muerte constituye un "asesinato".

"Fue sometida por la Policía, por cuatro elementos de la Policía de Tulum y de Quintana Roo y fue brutalmente tratada y asesinada, es un hecho que nos llena de pena, dolor y vergüenza", ha señalado.

"Decir a sus familiares, a las mujeres salvadoreñas, mexicanas, a las mujeres del mundo, a todos, hombres y mujeres, que se va a castigar a los responsables", ha agregado, subrayando que ya están "en proceso de ser enjuiciados". "Y no habrá impunidad", ha remachado, antes de matizar que su Ejecutivo busca "la igualdad de género".

También, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ha condenado lo sucedido y ha dicho que son unos "hechos lamentables" que "no deben quedar impunes", por lo que ha exigido justicia.

El fallecimiento de la mujer, que estaba en México gracias a un visado humanitario, ha provocado la reacción del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ha pedido a las autoridades mexicanas que apliquen "todo el peso de la ley" sobre los responsables, mientras su Gobierno se hará cargo de la manutención y los estudios de las dos hijas de la víctima.