El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha sido el anfitrión este jueves de una reunión con su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, y el líder de la extrema derecha italiana, Matteo Salvini, de la que han salido advirtiendo de que trabajarán juntos para lograr un "renacimiento europeo".

"Hay millones de ciudadanos europeos que se quedan en Europa sin una representación política adecuada y efectiva", ha aseverado Orban, quien ha recalcado la sintonía que tiene con Morawiecki y Salvini, a quien le ha aplaudido sus políticas para poner freno a la inmigración cuando era primer ministro italiano.

"Millones de derechistas se han quedado sin representación", ha asegurado el primer ministro húngaro, quien en las próximas semanas, ha avanzado, el trío presentará "un programa" sobre cómo participarán en Europa de manera "soberana" y defendiendo "los valores" que representan.

En ese sentido también han ido las declaraciones de Morawieczki, quien ha asegurado que hay una serie de "fuerzas" que quieren "secuestrar" Europa, por lo que ha pedido a la OTAN "seguridad y fortaleza" para proteger "a las familias y a los valores europeos frente a las otras culturas".

Por su parte, Salvini ha atribuido a este trío de la extrema derecha la facultad de liberar a Europa de su "era más oscura" y ha acusado a la Unión Europea de "rechazar" la cultura judeocristiana del continente.

"Es precisamente en Jueves Santo cuando hay que señalar que la vacuna no debe compartirse en caso de pandemia, que se debe crear una Europa común que proteja las fronteras", ha recalcado Salvini.

La cuestión del coronavirus ha sido uno de los puntos que han abordado, y aunque Orban ha reconocido que no era el objetivo principal del encuentro, han instado a Bruselas a agilizar una compra de nuevas vacunas "más transparente y rápida".

Los tres se han mostrado partidarios de volver a celebrar este tipo de reuniones en el futuro, pues tal y como ha asegurado Orban, "no ha habido nada en lo que no han coincidido", informa la cadena de televisión húngara ATV.

A principios de marzo, el primer ministro húngaro decidió romper la relación de su formación, Fidesz, con el Partido Popular Europeo (PPE), puesto que el bloque se estaría supuestamente alejándose de los valores conservadores para escorarse hacia la izquierda. Ahora aspira a conformar un nuevo grupo que aglutine, por ejemplo, a quienes "no quieren a los inmigrantes" ni "han caído en la demencia LGTBI".