Al menos 41 migrantes, entre ellos un niño, han muerto tras hundirse una embarcación en el mar Mediterráneo frente a las costas de Túnez, según han confirmado este viernes las autoridades del país africano. La tragedia se ha producido frente a la costa de la ciudad de Sfax, en el sureste del país, donde las unidades de la Guardia Costera, ayudadas por barcos de pesca, han logrado rescatar a tres personas con vida, un hombre y dos mujeres de Costa de Marfil y Guinea.

Tras las primeras operaciones de búsqueda, las autoridades han confirmado el hallazgo de 20 migrantes fallecidos por ahogamiento, si bien después se ha precisado que la cifra de fallecidos por el naufragio ha aumentado a 41, siendo todos migrantes del África subsahariana.

Según las informaciones recogidas por la emisora tunecina Mosaique FM, los primeros cuerpos localizados han sido trasladados a una morgue en la ciudad de Sfax, mientras se seguía buscando a posibles víctimas. Las autoridades han anunciado la apertura de una investigación.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han lamentado esta "trágica pérdida de vidas" que "subraya una vez más la necesidad de mejorar y ampliar las operaciones de búsqueda y rescate dirigidas por el Estado en el Mediterráneo central". "La solidaridad en toda la región y el apoyo a las autoridades nacionales en sus esfuerzos por prevenir la pérdida de vidas y enjuiciar a los contrabandistas y traficantes deben ser una prioridad", han reclamado las organizaciones en un comunicado. Asimismo, ha recordado que 39 personas refugiadas y migrantes fallecieron frente a la cosa de la ciudad tunecina de Sfax a principios de marzo y han alertado de que en lo que va de año, las salidas marítimas de Túnez a Europa "se han más que triplicado en comparación con el mismo período de 2020".

Túnez ha registrado en los últimos meses un repunte de los intentos de llegar a costas europeas a través del mar Mediterráneo, un fenómeno provocado en parte por la grave crisis económica que atraviesa el país, que es además una de las plataformas de salida de migrantes llegados desde África subsahariana.

Según datos recogidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a través de su página web, un total de 406 personas han muerto en lo que va de año intentando cruzar el Mediterráneo para llegar a las costas de Europa.