El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha anunciado que firmará un decreto para dejar por escrito que, en caso de que le ocurra algo, el Consejo de Seguridad del país tendrá plenos poderes para gobernar la antigua república soviética y evitar un hipotético vacío de gobierno.

"Debo prever todo", ha esgrimido Lukashenko durante un viaje a una de las regiones más afectadas por la catástrofe nuclear de Chernóbil, de la que este lunes se cumplirá el trigésimo quinto aniversario, según la agencia de noticias rusa Sputnik.

"¿Ustedes garantizan que si mañana el presidente no está, todo será como de costumbre? No", ha declarado, al anticipar una reforma que creará una suerte de "presidente colectivo" bajo la figura del principal órgano de seguridad de Bielorrusia. Así, será el Consejo de Seguridad "quien tome las decisiones" pese a que el primer ministro pueda estar simbólicamente al frente.

Lukashenko espera que nunca llegue a aplicarse este decreto, pero teme que "de pronto" pueda ser necesario, por ejemplo en caso de ser víctima de un ataque. En ese caso, ha anticipado, habría que introducir "de inmediato" el estado de emergencia e incluso la ley marcial.

El mandatario bielorruso describió las protestas opositoras de 2020 como un intento por derrocarle del poder por la fuerza, una tesis que también comparte Moscú. Esta misma semana, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reiteró que lo ocurrido en el país vecino fue un intento de golpe de Estado.