Al menos 170 personas murieron, trece de ellas soldados estadounidenses, y otras 150 resultaron heridas en el atentado suicida perpetrado el jueves por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el aeropuerto de Kabul, según informaron este viernes a Efe fuentes sanitarias y próximas a los talibanes.

Hasta ahora el número total asciende a 170 fallecidos, entre ellos soldados estadounidenses, y hay al menos 150 heridos, aseguró una fuente cercana a los jefes talibanes, que pidió el anonimato. Estados Unidos había adelantado que en el atentado murieron 13 soldados estadounidenses y otros 18 resultaron heridos. También el gobierno británico ha informado del fallecimiento de ciudadanos de esa nacionalidad.

Solo el hospital Wazir Akbar Khan de la capital afgana ha recibido 145 cuerpos sin vida tras el atentado en el aeropuerto de la capital, y medio centenar recibe atención con heridas graves, afirmaron este viernes a Efe fuentes sanitarias.

Dos británicos muertos

Dos personas con nacionalidad británica y un menor de padres británicos murieron en el ataque del jueves en Kabul, informó este viernes el ministro de Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab.

"Eran personas inocentes. Es una tragedia que cuando trataban de poner a salvo a sus seres queridos en el Reino Unido fueron asesinados por cobardes terroristas", dijo en un comunicado Raab, que detalló que otros dos ciudadanos británicos resultaron heridos.

El Ministerio de Defensa indicó por su parte tras el ataque que no hubo militares ni personal de la misión británica afectados.

El jefe de la diplomacia británica afirmó que el "despreciable ataque" dejó patente "los peligros que afrontan aquellos que están en Afganistán" y recalcó que el Ejército británico continúa haciendo "todo los posible para sacar a la gente" en las últimas horas de su plan de evacuaciones. "No daremos la espalda a aquellos que han acudido a nosotros en momentos de necesidad y nunca nos acobardaremos ante los terroristas", dijo el ministro.

El titular de Defensa, Ben Wallace, admitió sin embargo que no todas las personas que tendrían derecho a ser evacuadas por el Reino Unido podrán abandonar del país antes de que se retiren los militares británicos. "Vamos a procesar a la gente que hemos traído con nosotros, a las aproximadamente mil personas que están ahora en el aeropuerto y buscaremos la manera de identificar a algunas personas (más) entre la multitud, pero, en términos generales, la operación para procesarles está ya cerrada", afirmó el ministro en una entrevista con 'Sky News'.

El líder de la oposición en el Reino Unido, Keir Starmer, lamentó por su parte que el final de la operación de evacuación marca un día "triste y oscuro" para el Reino Unido y que el Gobierno del primer ministro, Boris Johnson, "tiene serías preguntas que responder" sobre su gestión de la crisis. "Con la retirada, afrontamos la desoladora realidad de que hay gente que se va a quedar atrás, incluidos muchos con quienes tenemos una enorme deuda", dijo el líder de la oposición.

El Gobierno británico "debe asumir su parte justa de responsabilidad" sobre lo ocurrido en Afganistán, de dónde el Reino Unido ha sacado a más de 13.000 personas desde mediados de agosto.