Una sala especial acogerá la próxima semana el juicio por los atentados terroristas del 13 de noviembre de 2015 en París y Saint Denis, que causaron 131 muertos y más de 400 heridos.

La sala, presentada este jueves a la prensa, ha sido construida expresamente para este macroproceso, que comienza el 8 de septiembre y concluirá a finales de mayo del año próximo. A partir del miércoles veinte acusados serán juzgados por su presunta participación en distinto grado en los atentados.

Los hechos consistieron en la colocación de un coche bomba junto al Estadio de Francia en Saint Denis y los ametrallamientos de la sala de espectáculos Bataclan y de las terrazas de varios cafés y restaurantes de la capital, que fueron seguidos por la inmolación con cinturones explosivos de varios de los terroristas.

El juicio tendrá lugar en un enorme espacio construido con madera dentro de la gran sala de pasos perdidos del Palacio de Justicia, situado en la isla de la Cité, sobre el Sena. Con una capacidad para 550 personas, un espacio de cristal blindado que puede acoger a 12 acusados y todo tipo de medios técnicos, las obras de la sala concluyeron este verano tras haber comenzado a principios de 2020.

Como es preceptivo en Francia, no habrá imágenes públicas del interior del juicio, aunque dentro de la sala habrá cámaras que grabarán las sesiones como documento histórico (algo que ya ocurrió hace un año con el proceso por el atentado contra Charlie Hebdo en 2015). Aunque no se permitirán cámaras de medios de comunicación, sí se acepta la presencia de hasta ocho dibujantes.

Las sesiones del proceso se retransmitirán por circuito cerrado a un total de once salas adjuntas, que estarán a disposición de las partes civiles (como víctimas y familiares), ya que la Fiscalía espera una importante afluencia. La sala principal podrá acoger a 24 representantes de medios de comunicación, que también podrán usar otra sala con capacidad de 130 personas y los espacios para las partes civiles si acaso estos no estuvieran llenos.