Las autoridades estadounidenses han propuesto enviar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a una cárcel de Australia en caso de que finalmente la Justicia británica dé el visto bueno a su extradición a Estados Unidos por espionaje.

El equipo legal estadounidense ha alegado, en el marco de una vista judicial iniciada el miércoles sobre su extradición, que la salud mental del activista australiano "no es tan frágil como para no soportar el sistema y las condiciones penitenciarias de Estados Unidos".

El abogado James Lewis ha indicado que Assange "carece un historial de enfermedades mentales graves" y "no cumple con los requisitos para ser considerado suficientemente enfermo para no poder evitar herirse a sí mismo", según informaciones del diario británico 'The Guardian'.

La Fiscalía estadounidense ha acusado a Assange de cometer casi una veintena de delitos por la filtración de miles de documentos relacionados con las guerras de Irak y Afganistán a través de WikiLeaks. De ser hallado culpable podría enfrentarse a una pena máxima de 175 años de prisión, si bien Lewis ha asegurado que la "condena más larga impuesta por este tipo de delitos es de 63 meses".

El letrado ha indicado, además, que las autoridades se han comprometido a evitar que Assange no sea ingresado en una cárcel de máxima seguridad antes de ser juzgado y ha incidido en que tampoco será puesto en aislamiento.

"Una vez que hay garantías de atención médica adecuada, una vez que está claro que será repatriado a Australia para cumplir cualquier condena, podemos decir con seguridad que la jueza de distrito no habría tomado la decisión que tomó de la misma manera", ha dicho en relación con el dictamen de la jueza Vanessa Baraitser, que ha bloqueado la extradición de Assange por temor a que se quite la vida.

Sin embargo, el abogado de Assange, Edward Fitzgerald, ha acusado a Estados Unidos de "minimizar la gravedad del estado de su cliente y el riesgo de suicidio" y ha matizado que el Gobierno australiano no ha dado su visto bueno sobre una posible repatriación.

Así, ha matizado que aunque Australia dé el visto bueno, el proceso judicial en Estados Unidos podría llevar una década, tiempo que "Assange permanecería en prisión en condiciones de extremo aislamiento".