Su lucha por la defensa de los derechos de la mujer, su apasionada defensa de la educación de las niñas y su papel pacificador en la política de su país le han valido a Fawzia Koofi múltiples premios y reconocimientos. Esta vez, la parlamentaria y activista afgana ha recibido el premio Casa Asia 2021 en la categoría de Diversidad y Desarrollo Sostenible de la mano del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

"Los talibanes han instrumentalizado la religión para legitimar su poder. Una religión que profesa que el hombre y la mujer fueron creados para apoyarse y defenderse mutuamente", ha asegurado Koofi en su discurso. "A veces siento que esta causa no tiene sentido, que quizás debería dejar de luchar, pero luego se dan momentos en los que algunas personas me demuestran que sí sirve de algo la lucha y los esfuerzos que hacemos. Eso es lo que me da corajedeterminación pasión para continuar", ha explicado. La activista ha aprovechado su intervención para lanzar un SOS: "Todas las mujeres fuertes de Afganistán necesitamos vuestro apoyo, así como todos los hombres que han recibido una bala en el pecho cuando trataban de defender sus derechos frente a los talibanes". 

Nacida en Badakhshan en 1975, Koofi forjó su dedicación a los derechos humanos con su propia experiencia vital. La ocupación de la URSS, la guerra civil y la primera victoria de los talibanes así como la posterior invasión estadounidense dieron a la primera mujer vicepresidenta de la Cámara baja suficiente empuje como para emprender un papel activo en la política de su país.

La activistas afgana ha llamado también a "empoderar" a la población que lucha por sus derechos y "ser solidarios con ellos" para vencer a los extremistas que gobiernan el país. "Las mujeres no queremos ser consideradas ciudadanas de segunda. ¿Estaréis a nuestro lado? ¿En el lado correcto de la historia? No me cabe duda de que sí", ha afirmado. Su apasionada lucha por los derechos de las mujeres y su compromiso con la educación de las niñas le han valido varios intentos de asesinato y múltiples amenazas de muerte. Ni siquiera eso ha conseguido acallar su voz. Ahora, exiliada, continúa su activismo en la esfera internacional.

Otro Afganistán

Durante el acto, la directora general de Acció Exterior de la Generalitat, Montserrat Vilalta, ha ensalzado el trabajo de la activista y ha destacado que es "en estas condiciones nada fáciles cuando más hay que trabajar por la paz y los derechos de las mujeres niñas". "La igualdad entre humanos no es una cuestión discutible, sino un imperativo moral", ha recordado Vilalta citando a la diplomática estadounidense de origen afgano Rina Amiri. De igual modo, el director de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Barcelona, Felip Roca, ha querido trasladar un mensaje de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que no ha podido asistir al acto por problemas de agenda. "Es gracias a mujeres como Fawzia que recordamos que otro Afganistán es posible", ha asegurado.

Cientos de miles de ciudadanos afganos han huido del país desde la toma de poder talibán. La evacuación de colaboradores y la acogida de refugiados y solicitantes de asilo sigue en la agenda de muchos países europeos como España. "El compromiso y la defensa de los derechos humanos así como el uso de la política como herramienta para mejorar el mundo y hacerlo mas justo no lo podemos olvidar. En estos años, 27.000 españoles han estado en misiones en Afganistán. Algunos dejaron sus vidas allí. No los olvidamos, ni a ellos ni a los afganos que como Fawzia han arriesgado sus vidas por un país mejor", ha asegurado el ministro de Asunto Exteriores José Manuel Albares. "No podemos permitir que 20 años de avances sociales y de lucha por los derechos sean un simple paréntesis en la historia. A ello van a a ir encaminados los esfuerzos del Gobierno de España", ha añadido el jefe de la diplomacia española.