Hace tres semanas Anonymous declaró oficialmente la "ciberguerra" contra Rusia por su invasión militar de Ucrania. Desde entonces, este colectivo descentralizado de ciberactivistas ha logrado paralizar múltiples páginas web del Kremlin, atacar los sistemas de empresas estratégicas y robar y exponer datos privados. Ahora se preparan para un "último empujón". "Debemos golpearlos tan fuerte que paralice todo su sistema", reza una carta abierta atribuida a este y a otros grupos de hackers como GhostSec, Squad303 o SHDWSec.

Tan solo en las últimas horas, han reivindicado ataques informáticos que han bloqueado el acceso a las webs de entidades tan importantes como el FSB -los servicios de inteligencia rusos herederos del KGB-, la bolsa, el portal internacional de la ciudad de Moscú, el gigante petrolero Rosneft o el centro analítico del gobierno de Vladímir Putin.

Estos son los últimos ejemplos de una larga lista de incursiones informáticas con las que estos ciberguerrilleros se dedican a atacar las infraestructuras digitales de Rusia y Bielorrusia desde sus ordenadores de forma voluntaria. Con ello buscan paralizar la economía rusa, bloquear su avance militar sobre el terreno y hacer llegar a los ciudadanos rusos mensajes críticos contra la guerra imposibles de emitir en los medios de comunicación controlados por el Kremlin sin que ello pueda acarrear penas de prisión.

Y esa ciberguerra parece estar funcionando. Un estudio de la compañía de ciberseguridad Security Discovery para verificar esos ataques ha analizado 100 bases de datos rusas y ha detectado que 92 de ellas están comprometidas.

Así, en las últimas tres semanas se ha bloqueado o ralentizado el acceso a las páginas del ministerio de Defensa, de la Duma -el parlamento ruso-, del canal RT, el organismo que regula los medios (Roskomnadzor), del gigante mundial del gas Gazprom o de agencias privadas de crédito, entre muchas otras. También han hackeado la emisión de múltiples canales de televisión como Russia 24, Channel 1 o Moscow 24 para mostrar a los rusos imágenes crudas de la guerra en Ucrania.

Ciberapoyo a Ucrania

Desde el inicio de la invasión rusa, Ucrania ha estado solicitando el apoyo de la cibercomunidad internacional para defenderse de los ataques digitales rusos, una constante desde la invasión de la península de Crimea en 2014, y para atacar perjudicar las opciones del Kremlin en la actual guerra.

Los ciberactivistas que apoyan a Ucrania, sean o no del país, se organizan en grupos de Telegram en los que comparten los próximos objetivos de sus ataques, como si fuesen los deberes que les pone Kiev. Estos grupos de hackers también han creado herramientas para que gente de todo el mundo sin conocimientos informáticos profundos puedan mandar de forma masiva correos electrónicos y mensajes de WhatsApp a cuentas y números rusos aleatorios. Según Squad303, ya se habrían mandado más de 20 millones de mensajes en la que consideran la "mayor y más exitosa ciberoperación de la historia".