Un tribunal de Moscú ha confirmado este martes la condena de nueve años de cárcel dictada contra el dirigente opositor Alexei Navalni, acusado de fraude y desacato, lo que implica no sólo ampliar su tiempo en prisión sino también un endurecimiento de las condiciones de reclusión, que ya estará sometido a un régimen más estricto.

La defensa de Navalni había recurrido la condena anunciada en marzo, pero finalmente el juez ha decidido mantenerla "sin cambios", según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Interfax. Por lo tanto, la sentencia ya sería aplicable y el líder opositor deberá ser trasladado a otra cárcel.

Navalni, que ya cumple otra condena de dos años y medio por fraude en un centro penitenciario cercano a Moscú, ha comparecido por videoconferencia en el juzgado, donde sus abogados han tratado en vano de argumentar que no hay pruebas contra él y que todo se enmarca en una persecución política.

En este último caso, a Navalni se le acusa de diversas actividades fraudulentas, algunas de ellas vinculadas a la recaudación de fondos para las actividades del Fondo Anticorrupción (FBK), una organización fundada por él mismo y catalogada de "extremista" por Moscú.

Las acusaciones por desacato derivan de insultos a una jueza y a una fiscal durante un juicio por calumnias contra un veterano de la Segunda Guerra Mundial, al que había llamado "lacayo corrupto" y "traidor".

La portavoz de Navalni, Kira Yarmish, ha alertado de que la cárcel a la que será trasladado "es conocida porque los presos son torturados y asesinados" y ha advertido de que la condena confirmada este martes no será la última, ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, querría mantener entre rejas "todo el tiempo que pueda" a su rival más simbólico.

"La tarea del mundo entero es asegurarse de que Putin sea derrotado cuanto antes", ha reclamado Yarmish en Twitter.