Turquía ha desbloqueado el acceso de Finlandia y Suecia a la OTAN tras horas de intensa reunión de sus respectivos líderes en la cumbre de Madrid. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan apoyará la entrada de ambos países nórdicos, según ha confirmado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en rueda de prensa.

Los tres países han firmado un memorando de entendimiento para resolver las preocupaciones de Ankara sobre terrorismo y embargo de armas.

Esto no significa que la adhesión vaya a comenzar inmediatamente, pero "se despeja el camino" de la entrada de ambos países, ha dicho Stoltenberg. Los siguientes pasos se darán "en los próximos días", cuando los aliados de la OTAN aborden la unión de Helsinki y Estocolmo al grupo militar. Este miércoles por la mañana hay una primera reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países de la Alianza reunidos en la capital española. Una vez todos den su aquiescencia, los 30 países deberán ratificar el proceso de adhesión, la mayoría con una votación en sus respectivos Parlamentos. En ese período Turquía puede volver a vetar la entrada si no se cumplen los requisitos del memorando.

Según un comunicado de la delegación turca, al que ha tenido acceso este diario, se ha acordado la plena cooperación con Turquía de Finlandia y Suecia en la lucha contra el PKK (el independentista Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado organización terrorista por Turquía pero también por la Unión europea) y sus afiliados.

También se han comprometido Helsinki y Estocolmo a no apoyar a otros grupos como el Kurdo YPG o la organización Feto. El cambio es significativo porque el primero es un grupo al que Estados Unidos da armas y el segundo está liderado por el imán Fethullah Gülen, refugiado en Estados Unidos tras el golpe de Estado de 2016.

Suecia y Finlandia se han comprometido, además, a modificar su legislación sobre la lucha contra el terrorismo. Y a levantar cualquier embargo de armas a Turquía, impuestas en 2019. Siempre según el comunicado turco, “se tomarán medidas concretas sobre la extradición de terroristas” y se prohibirá la “recaudación de fondos y reclutamiento del PKK”.

Las preocupaciones de seguridad turcas

"Nuestro memorando de entendimiento enfatiza que Finlandia, Suecia y Turquía se comprometen a brindarse pleno apoyo mutuo contra las amenazas a la seguridad de los demás", ha explicado Finlandia en un comunicado. Su presidente, Saulio Niinisto, dice estar satisfecho con que se "haya completado esta etapa en el viaje de Finlandia hacia la membresía en la OTAN" y ha dicho que espera con "ansia los próximos debates sobre el papel de Finlandia en la OTAN con nuestros futuros aliados aquí, en Madrid".

"Este será uno de los éxitos de la cumbre", dice el analista finlandés Charly Salonius a este diario. "Mi impresión inicial es que Erdogan ha conseguido meter en la agenda de la OTAN sus preocupaciones sobre el terrorismo. Pero no parece que Finlandia en particular haya hecho una gran concesión. La legislación antiterrorista finlandesa es similar a la de otros países de la OTAN"

Stoltenberg ha dicho que la firma del acuerdo en un mensaje claro para el presidente ruso: "Esto demuestra a Vladímir Putin que estamos dispuestos a actuar. Putin tiene que recibir el mensaje de que él ha conseguido lo contrario a lo que pretendía al principio de la guerra. Las puertas de la OTAN están abiertas".

Una larga reunión en Madrid

El acuerdo se ha anunciado después de una reunión de más de tres horas entre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, y el presidente de Finlandia, Saulio Niinisto en el recinto IFEMA de Madrid. El secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, también ha participado en el encuentro como anfitrión.

Los ministros de Exteriores de los tres países han firmado, después, ante un centenar de periodistas internacionales, el memorando de entendimiento. Los jefes de Estado y de Gobierno estaban detrás contemplando el momento histórico que puede terminar con la entrada de Finlandia y Suecia, neutrales durante dos siglos, en la mayor organización militar de defensa del mundo. Todo, como respuesta a la invasión rusa de Ucrania.

El fondo del problema

Ankara quiere la extradición de kurdos residentes Suecia y Finlandia (algunos periodistas y disidentes), y que se considere grupo terrorista a las unidades de autodefensa kurdas en Siria (YPG). El problema es que ese es un grupo armado aliado de Estados Unidos, que incluso recibe armamento de Washington. 

Quiere también que Estados Unidos extradite al imán Fethullah Gülen, acusado por Ankara de haber organizado el golpe de Estado contra Erdogan de 2016 y huido a Estados Unidos. Pide que su organización, llamada Feto, sea calificada de terrorista. Además, pide a Washington que levante el veto a la venta a Turquía de aviones F-35 Lightning II y otras sanciones impuestas sanciones a los directivos de la industria pública de defensa SSB después de que Ankara comprara armamento ruso (en concreto, defensas antiaéreas S-400).

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presente en Madrid, ha dado su beneplácito al acuerdo alcanzado entre Turquía, Finlandia y Suecia poco antes de que fuera anunciado, según ha explicado un funcionario de la Casa Blanca en una llamada con periodistas.

Finlandia y Suecia, sin ser miembros de pleno derecho, están en la cumbre de Madrid en su calidad de candidatas a entrar en la Alianza, tras presentar su solicitud de ingreso en mayo pasado. Ya están asociadas a la OTAN y realizan con la organización maniobras militares, tienen el grueso de sus capacidades militares “interoperables” con las de los países de la Alianza y un Ejército moderno y preparado.