Fuentes judiciales han informado de que el teléfono móvil del atacante de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, habría sido bloqueado en los intentos de la Policía Federal de extraer información, por lo que se considera que la "prueba fundamental" está en riesgo de perderse, según ha podido saber la agencia Télam.

El teléfono que llevaba el atacante, Fernando Andrés Sabag Montiel, la noche en la que intentó disparar a Fernández de Kirchner en la cabeza habría sido formateado, por lo que la Justicia podría perder una prueba clave.

Según han podido saber los medios locales, en la pantalla del móvil habría aparecido el mensaje "teléfono reseteado de fábrica".

Por ello, la Policía Federal habría pedido a la Policía de Seguridad Aeroportuaria que investigase el dispositivo, debido a que poseen un software más moderno con el objetivo de tratar de acceder a la información.

Este inconveniente mantiene en vilo a los investigadores, sin embargo, desde el juzgado a cargo --liderado por María Eugenia Capuchetti-- ha manifestado confianza en que la cadena de custodia no fue vulnerada.

Además, las autoridades han descartado que el teléfono haya sido manipulado de forma remota, ya que "permaneció en modo avión", recoge Télam.

Polarización política

Al tiempo que la investigación del caso sigue avanzando, el espectro político del país volvió a manifestarse públicamente, esta vez con tensiones entre el oficialismo y la oposición.

Después de la unidad mostrada nada más conocerse el ataque contra la exmandataria (2007-2015), la sesión de este sábado en el Congreso evidenció de nuevo la grieta existente en la vida política argentina cuando los parlamentarios de Propuesta Republicana (PRO), una de las fuerzas del frente opositor, se retiraron antes de la declaración conjunta de "repudio al intento de magnicidio".

Diputados de la oposición bajaron al recinto para votar el documento y retirarse porque no quisieron debatir “un mensaje que no le hace bien a la sociedad”.

El legislador y presidente del PRO, Cristián Ritondo, tomó la palabra antes de irse junto a sus colegas parlamentarios de la Cámara Baja.

“Nosotros creemos que no es la calle ni el recinto para determinar los culpables de un delito. Es el Poder Judicial el único que tiene el deber de investigar, juzgar y condenar”, dijo Ritondo durante la sesión especial.

Por su parte, el legislador Javier Milei, economista de ideología libertaria, aprovechó para pronunciarse sobre el atentado después de optar por el silencio nada más conocerse la noticia.

"Absoluto repudio a todo acto de violencia, en ese sentido pedimos porque la Justicia pueda hacer su trabajo con las manos libres, que no sea condicionada por la política”, afirmó.

Otro de los mensajes que levantó polémica fue el tuit de la diputada provincial de Santa Fe (centro), Amalia Granata, en la que acusó al Gobierno de “victimizarse”.

"¡Todo armado! ¡Qué pantomima! Ya no saben qué hacer para victimizarla y que suban en las encuestas. Demasiados obvios, se les acaba la joda del robo y la corrupción”, publicó la legisladora provincial.

Intento de feminicidio

Mientras tanto, en lo estrictamente judicial, el abogado de la vicepresidenta, Gregorio Dalbón, se expresó horas antes y dijo que pedirá calificar el atentado como un intento de feminicidio y ampliar la investigación para buscar cómplices.

"Estamos analizando la calificación por lo ocurrido con Cristina Fernández. Debiera ser intento de femicidio (Belém do Pará) en grado de tentativa agravado (alevosía y arma de fuego). Además de portación ilegal de armas. No hay que minimizar los tipos penales con estos asesinos”, escribió el abogado en sus redes sociales.

Con la mención a Belem do Pará, el letrado se refirió a la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, adoptada en 1994 en esa ciudad brasileña.

Los argentinos siguen atentos este sábado a los hechos relacionados con el intento de magnicidio contra su vicepresidenta, a la que un hombre de 35 años apuntó con un arma de fuego y engatilló en dos oportunidades.

El hombre de nacionalidad brasileña fue rápidamente reducido por la custodia de Fernández y militantes que sumaban el décimo día de vigilia en su apoyo, tras el pedido de un fiscal de una pena de 12 años de prisión por presuntas irregularidades en la adjudicación de obra pública cuando era mandataria.

Pese a que la causa es manejada con cierto hermetismo, trascendió en la prensa local que, de la declaración de Fernández ante la jueza María Eugenia Capuchetti, se desprende que la exmandataria no se dio cuenta de lo que estaba pasando.

La vicepresidenta dijo a la magistrada titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 5 que no advirtió lo que estaba pasando y que cuando se agachó lo hizo para buscar un libro que estaba autografiando a las personas que hacían vigilia ante su domicilio, según informó el portal de noticias Infobae.

En las imágenes de televisión emitidas el pasado jueves, puede apreciarse el momento en que un hombre de 35 años de nacionalidad brasileña empuña una pistola -marca Bersa, calibre 32 y apta para el disparo- e intenta disparar dos veces, tras lo cual Fernández se agacha.

El acusado prefirió guardar silencio y se negó a prestar declaración, mientras la policía registró dos viviendas relacionadas con él, tras lo cual decomisaron cien proyectiles calibre 9 mm.

La investigación judicial continuará durante este fin de semana con el peritaje de la computadora portátil del detenido para averiguar si actuó en solitario.

Hacia la Plaza de Mayo

La jornada sabatina reflejó una aparente normalidad después de la multitudinaria "movilización ciudadana" hacia Plaza de Mayo, como había convocado tras el atentado el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en "defensa de la democracia y en solidaridad con la vicepresidenta".

La marcha concentró a decenas de miles de personas en la principal plaza de la capital argentina, donde se enarbolaron banderas del país y La Cámpora, la principal fuerza de choque del oficialismo.

La convocatoria que se desarrolló para "defender la democracia" se hizo en medio de la conmoción que dejaron las imágenes de una persona tratando de disparar contra Cristina Fernández.