Una audiencia planetaria contemplará este lunes 19 de septiembre la solemne despedida de la mujer más famosa del mundo. Una ceremonia fúnebre en la Abadía de Westminster, preparada y ensayada desde hace décadas, en la que habrá salmos, himnos, palabras de William Shakespeare y otros muchos detalles elegidos cuidadosamente por la propia Isabel II. Desde las exequias de Winston Churchill en 1965 no se había celebrado en el Reino Unido un funeral de Estado, el máximo honor en el protocolo británico, ni tampoco una reunión de líderes mundiales como la de ahora en Londres. "El mundo es mejor gracias a ella" dijo de la soberana el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras visitar la capilla ardiente.

 La mitad de la población mundial

Las honras fúnebres de la monarca de más largo reinado reúnen la mayor concentración de dignatarios internacionales, desde la despedida del presidente surafricano, Nelson Mandela, en un estadio en Johannesburgo en diciembre del 2013. Los 2.200 asistentes a las exequias serán sin embargo una parte ínfima de los que contemplarán en televisión y a través de las redes sociales cada instante de la histórica jornada. En torno a 4.100 millones de personas, la mitad de la población mundial, seguirá, según calculan los expertos, el funeral que retrasmitirán las cadenas británicas BBC y ITV. La audiencia puede superar el de Diana de Gales en 1997.

A las 6.30 de la mañana se cerrará al público Westminster Hall, después de cuatro días de inmensas colas y esperas que en algunos momentos llegaron a ser de 25 horas. Desde la tarde del sábado las autoridades advirtieron que se había alcanzado el nivel de saturación y el cupo había quedado cerrado. Desde ese momento pidieron a los ciudadanos que no acudieran a tratar de incorporarse a la fila.

 Un millón en las calles

Las autoridades esperan este lunes en torno a un millón de personas en las inmediaciones del Palacio de Buckingham. Muchos de los presentes habrán llegado desde otros puntos del país, por lo que se han reforzado los servicios ferroviarios y existe el temor de que se vean sobrepasados. Los ciudadanos podrán seguir en directo el funeral en las grandes pantallas instaladas en el centro de numerosas ciudades. En Londres cuatro de ellas se encuentran en Hyde Park y la cadena de cine Vue también abrirá sus salas para la retrasmisión. La jornada de luto este lunes ha sido declarada festiva en todo el Reino Unido y el país quedará paralizado. La Bolsa de Londres cierra, al igual que las cadenas de tiendas, supermercados, comida rápida, instituciones oficiales, y los centros de enseñanza. Los dispensarios médicos han cancelado las citas previstas de los pacientes, lo que ha provocado quejas.

Las medidas de seguridad en la capital no tienen precedentes. Al refuerzo de los efectivos policiales, unos 10.000 hombres, se sumará un número similar de miembros de los tres ejércitos. La operación, “es enorme”, confirmaba a la BBC el almirante Tony Radakin, jefe del Estado Mayor de la Defensa. “Participan 10.000 miembros, incluidos soldados, marineros y aviadores. Es un enorme esfuerzo”. Seiscientos de esos militares acompañarán el cortejo con el féretro de Isabel II cuando al término del funeral sus restos se dirijan a Windsor, a 40 kilómetros de Londres, donde, a última hora, será enterrada.  

Recepción en el Palacio de Buckingham

Los mandatarios internacionales fueron llegando durante los dos últimos días a una cita que es también un gran evento diplomático. Los reyes de España, Felipe y Letizia, aterrizaron en Londres a primera hora de la tarde del sábado y después de pasar por la embajada de España donde pernoctaron, visitaron la capilla ardiente. Los reyes no se acercaron en cambio a firmar el libro oficial de condolencias en Lancaster House.

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Jefes de Estado acuden a la recepción de Carlos III en Buckingham. EFE

Felipe VI ya lo había hecho en la embajada británica en Madrid. A las seis de la tarde se unieron al resto de las personalidades y miembros de la realeza en el Palacio de Buckingham donde Carlos III y Camila reina consorte, ofrecieron una recepción, a la que también estaban invitados los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía. Los cuatro volverán a coincidir en el funeral. El polémico príncipe saudí, Mohammed Bin Salman, habría optado por no viajar a Londres.  

La primera ministra, Liz Truss recibió en Downing Street entre otros al presidente de Polonia, Andrzej Duda, el primer ministro de Irlanda, Michéal Martin, y al de Canadá,Justin Trudeau. La reunión de Truss con Biden, quedó postpuesta al miércoles en Nueva York, cuando ambos asistan a la reunión General de la Asamblea de Naciones Unidas.