Los líderes occidentales rechazaron este miércoles la velada amenaza nuclear contra Ucrania por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, al que ven cada vez más "débil", y le recordaron que en un enfrentamiento atómico no hay vencedores.

En un mensaje televisado Putin anunció este miércoles la movilización parcial de 300.000 reservistas para la guerra en Ucrania en un discurso en el calificó de "chantaje nuclear" la posición de la OTAN, que, en su opinión, se propone "destruir" a Rusia.

Putin fue rotundo al decir que si la integridad territorial de Rusia se ve "amenazada", utilizarán "todos los medios" a su alcance para proteger al país. "No es un farol", advirtió al agregar que aquellos que intentan chantajearles con armas nucleares deben saber que "la rosa de los vientos también puede girar en su dirección".

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no tardó en responder a Putin y nada más arrancar este miércoles su intervención ante la Asamblea General de la ONU atacó a su homólogo ruso, al que recordó que "una guerra nuclear no puede ganarse y nunca debe lucharse".

En el mismo sentido se manifestó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien llamó a la "calma" a Rusia y aseguró que Putin "sabe muy bien" que una guerra nuclear no tiene vencedores.

Pero Biden fue más allá y, tras acusar a Putin de hacer "amenazas irresponsables sobre el uso de armas nucleares", alertó de "tendencias preocupantes" en el ámbito de la proliferación nuclear, no sólo por Rusia, sino también por las políticas de China, Corea del Norte o Irán.

Europa critica a Putin por su amenaza "inaceptable"

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, se sumó a estas críticas a Putin y advirtió de que la paz mundial está "en peligro" por la "grave escalada" que suponen las decisiones de Moscú.

Según Borrell, "amenazar con armas nucleares es inaceptable y un peligro real para todos".

También en Nueva York, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió mesura ante el posible nuevo escenario en la guerra de Ucrania y dijo que en esta situación hay "que ser prudentes y no contribuir a la escalada verbal".

Poco después el presidente francés, Emmanuel Macron, se sumó a estas críticas a Putin desde las Naciones Unidas y pidió que todo el mundo ponga "un máximo de presión" sobre el dirigente ruso.

El jefe de estado de Francia, uno de las ocho naciones con armas nucleares, dijo que su país es "una potencia (atómica) responsable" y que al igual que Estados Unidos y el Reino Unido han sido "claros" y rigurosos" en la doctrina de "no participar en ninguna escalada".

La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), premiada con el Nobel de la Paz en 2017, condenó también la amenaza de usar armamento atómico de Putin, cuya actitud tildó de "extremadamente peligrosa e irresponsable".

"Cualquier uso de armas nucleares por parte de Rusia tendría consecuencias catastróficas para los civiles", destacó en un comunicado la directora ejecutiva de la organización, Beatrice Fihn.

Convocados los ministros de Exteriores de los Veintisiete

Borrell ha anunciado además la convocatoria de una reunión de emergencia de los ministros de Exteriores de los Veintisiete después de que Rusia haya anunciado la "movilización parcial" de sus reservistas.

El máximo representante de la diplomacia europea ha convocado una rueda de prensa en Nueva York --donde se encuentra para asistir a una serie de actos en el marco de la 77 Asamblea General de Naciones Unidas-- para pedir a la comunidad internacional que "reaccione" a los últimos movimientos de Rusia.

"No vamos a dejar que nos intimiden. La comunidad internacional tiene que reaccionar", ha aseverado Borrell, en alusión a las últimas maniobras del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con lo que ha apuntado que los ministros de Exteriores de los Veintisiete van a negociar este miércoles cómo abordar la situación.

En este sentido, aunque sin adelantar el posible resultado de la sesión de emergencia, el máximo representante de la diplomacia europea ha apostado por "insistir" en las sanciones "económicas e individuales" que la Unión Europea ha adoptado hasta la fecha.

Sin embargo, ha aclarado que la Unión Europea "no es beligerante" y "no va a participar en la guerra". "No vamos a participar en la guerra, solo apoyamos a Ucrania (...) que ya es un esfuerzo bastante importante", ha dicho.

Asimismo, Borrell ha apostado por "hacer pedagogía política" para explicar las consecuencias de la guerra, origen de las crisis económica a nivel mundial. "Ucrania está siendo bombardeada con misiles y el resto del mundo está siendo bombardeada por el aumento del precio de la electricidad y los alimentos".

"Tenemos que embarcarnos en una guerra de la narrativa, que no vamos a ganar de la noche a la mañana", ha reconocido Borrell, quien ha hecho especial hincapié en dar a conocer que la causa del aumento del coste de vida "no son las sanciones (a Rusia), es la guerra en sí misma".

Finalmente, ha alertado de que la posibilidad de un accidente nuclear "no es descartable", más aún cuando el propio Putin ha amenazado con hacer uso de toda su capacidad. "Cuando alguien habla de 'toda' su capacidad, incluye también la nuclear", ha alertado Borrell.

Señal de debilidad

Para EEUU y la OTAN la decisión de Rusia de movilizar a 300.000 reservistas es una señal de las dificultades que se está encontrado Moscú en su guerra en Ucrania, mismo síntoma que creen ver la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, que se reunieron este miércoles en las Naciones Unidas por primera vez desde que la segunda asumió el cargo.

Para ambas los anuncios de hoy de Putin "son una declaración de debilidad", dijeron en un comunicado conjunto.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo, en una entrevista que publica el diario alemán 'Bild', que Putin quiere ahogar a Ucrania en sangre "pero también en la sangre de sus propios soldados".

Lamentó que su homólogo ruso envíe al frente a jóvenes soldados, sin el necesario entrenamiento, a morir en suelo ucraniano. "Está viendo que sus unidades sencillamente salen corriendo. Necesita un ejército de millones porque ve que muchos de los que han venido han salido corriendo", agregó.

El canciller alemán, Olaf Scholz, también ve en el anuncio de este miércoles un "acto de desesperación" al comprobar que tras siete meses de guerra Rusia no ha logrado sus objetivos y que desde Moscú se subestimaron la "voluntad de resistir de los ucranianos, pero también la unidad y la determinación de los amigos de Ucrania".

China mantiene una postura conciliadora con Rusia

Menos contundente se mostró de nuevo China, país que abogó por el "diálogo" y el apoyar "cualquier esfuerzo" que conduzca a un alto el fuego en Ucrania después de los anuncios de Putin de movilizar a 300.000 ciudadanos y apoyar los referendums planificados por ucranianos prorrusos.

El portavoz del Ministerio de Exteriores Wang Wenbin aseguró que la posición de China sigue siendo el "respetar la integridad territorial de todos los países", incluido Ucrania y, al mismo tiempo, prestar atención a las "legítimas preocupaciones de todos los países", en referencia a Rusia.