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Elecciones en Brasil

Un refugio contra la homofobia de Bolsonaro

El proyecto Casa 1, situado en Sao Paulo, trata de ejercer de contrapeso a los ataques contra la comunidad LGTB+ del presidente brasileño | El centro acoge a personas discriminadas por su orientación sexual, en un país que sigue ocupando los primeros puestos en asesinatos de personas trans en el mundo

La asistente social de Casa 1, Madalena Soares, posa delante de la sede de la organización en Sao Paulo. LUCAS FONT

En la sede de la organización Casa 1 empieza a notarse el trajín de primera hora de la tarde. En la primera planta, la música a todo volumen indica que está a punto de comenzar la clase de baile para personas mayores, mientras en el piso superior un grupo de mujeres trans se preparan para el curso de maquillaje y estética. Estas son algunas de las actividades y talleres que la organización, ubicada en el barrio de Bixiga de Sao Paulo, ofrece desde su fundación en 2017, cuando empezó a acoger a víctimas de discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género.

Centros como este se han convertido en un contrapeso al discurso homófobo del presidente Jair Bolsonaro desde que llegó al poder en 2018. Un discurso que ha vuelto a repetir durante la campaña de este año, basado en la defensa de la familia tradicional y de los valores cristianos y en contra de lo que califica de "ideología de género". Más de 156 millones de electores valorarán en las urnas este domingo si aprueban una vez más los postulados del presidente, al que las encuestas dan un 36% de los votos en primera vuelta, frente al 50% de su rival, el expresidente Lula da Silva.

Trabajo vecinal

Sentada junto a un gran mural con la imagen de una mujer en cuya ropa puede leerse "las vidas trans, indígenas y negras importan" en portugués, la responsable de comunicación y cultura de Casa 1, Thais Eloy, explica que la organización no ha parado de crecer desde la victoria del candidato de ultraderecha. "La relación con la gente ha cambiado bastante en los últimos años. Muchas personas que no participaban directamente en el proyecto sintieron la necesidad de apoyarnos más y empezamos a tener una relación diferente con las personas del barrio que no son LGTB+", asegura Eloy, que reconoce que ella misma se implicó más con la organización desde la llegada de Bolsonaro a la presidencia.

El acercamiento de los vecinos también se nota en la biblioteca que la asociación tiene a dos calles de distancia, donde se pueden consultar libros de temática LGTB+ y otras publicaciones relacionadas con minorías sociales. Un espacio que, según la voluntaria Elisa Mafra, tiene bastante éxito entre los niños y adolescentes, a pesar de que algunos de ellos no están familiarizados con el trabajo de Casa 1. "Muchos de los niños que vienen tienen padres que no respetan la diversidad de género. El otro día uno de ellos se fijó en la etiqueta LGTB+ y preguntó si podía leer este tipo de libros, porque lo asociaba a contenido para adultos". La biblioteca ofrece material escolar a los más jóvenes, algo que ha permitido que algunos padres cambien su mentalidad y valoren más el trabajo de la organización.

Lucha contra la discriminación

Actualmente el centro da alojamiento a 10 personas, la mayoría de ellas trans, además de ofrecer atención psicológica gratuita, servicios clínicos y cursos de formación profesional para ayudar a encontrar un trabajo a las personas que lo necesiten. La asistente social Madalena Soares asegura que la casa de acogida está destinada a personas de entre 18 y 25 años, que han pasado una entrevista previa con una psicóloga, y a las que se asegura el hospedaje durante cuatro meses. "Tenemos personas que han pasado situaciones de violencia con familiares o con compañeros sentimentales. Todos los casos son diferentes y varían en función de la situación de cada uno: no es lo mismo una persona gay blanca que una persona trans y racializada".

Los responsables de la organización aseguran que en los años de Gobierno de Bolsonaro han recibido cientos de amenazas e insultos a través de las redes sociales, aunque reconocen que la discriminación del colectivo LGTB+ viene de lejos. Según la organización Transgender Europe (TGEU), más de un 30% de los asesinatos a personas trans en 2021 se cometieron en Brasil. Una lista que el país lidera desde hace 13 años y que, a pesar de las dificultades para representar una muestra exacta -algunos países no facilitan esta información-, es una prueba de la discriminación que todavía existe hacia este colectivo. Las políticas para enfrentarla, antagónicas en los discursos de Lula da Silva y Bolsonaro, se decidirán a partir de este domingo.

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