Caribe

Cuba vive el éxodo migratorio más importante de su historia

Más de 250.000 cubanos han abandonado el país rumbo a Estados Unidos a través de América central y también por mar

Guardacostas cubanos salen al paso de un bote cerca del Malecón de La Habana con personas que intentaban llegar a EEUU.

Guardacostas cubanos salen al paso de un bote cerca del Malecón de La Habana con personas que intentaban llegar a EEUU. / Reuters

Abel Gilbert

"¿Ahora llegaste a Estados Unidos y no te acuerdas de nadie?", le reprocha una madre al amigo de su hijo en una de las breves y mordaces intervenciones en las redes sociales de Amed Rodríguez, un joven cubano que se da a conocer como 'Abeja Memes'. Hasta la migración es motivo de su mofa. Pero los números no invitan a la risa. De acuerdo con datos de las autoridades norteamericanas, hasta el mes de noviembre más de 250.000 habitantes de Cuba se marcharon a EEUU por todos los medios posibles: a través de América central, especialmente Nicaragua, México y, también, cruzando el mar. Han arriesgado sus vidas y, en muchos casos, pagaron sumas exorbitantes a traficantes.

El año que concluye quedará en la historia cubana como el de un flujo migratorio sin precedentes. El 2% de los hombres y mujeres de la mayor de las Antillas decidieron partir por una combinación de razones, entre ellas la crisis económica, con su saga de apagones, desabastecimiento general y falta de medicamentos. El endurecimiento represivo y la ausencia de horizontes personales y colectivos han sido otras de las razones del éxodo. Los que se fueron no siempre llegaron a destino: la Guardia Costera de Estados Unidos ha interceptado a 6.182 ciudadanos que se habían lanzado a la llamada Corriente del Golfo.

La crisis agudizada desde el comienzo de la pandemia, el naufragio de un programa económico -bautizado como "reordenamiento monetario"-, que ha provocado mayor inflación y desigualdad social, así como los efectos de las sanciones de Washington, no son ajenas al salto exponencial en las estadísticas. En 2020, unos 14.000 cubanos entraron de manera ilegal a territorio norteamericano por la frontera de México. Un año más tarde, fueron 39.300. Lo de 2022 supera toda comparación. En 1980 salieron por el puerto de Mariel unos 125.000 cubanos. Esa cifra nunca había sido rebasada. Lo ocurrido tiene, además, un fuerte componente generacional: jóvenes o personas en edad laboral, así como profesionales. Las partidas tienen a su vez una cuota de arrojo y desesperación, como ha ocurrido con el grupo de personas que logró llegar a EEUU en una balsa impulsada por el motor de un camión ruso.

Semanas atrás, funcionarios estadounidenses aterrizaron en La Habana para coordinar con sus pares cubanos una reapertura del servicio consular, paralizado desde 2017 por el entonces presidente Donald Trump. Su sucesor, el demócrata Joe Biden, no modificó en lo sustancial la política hacia la isla.

El sitio oficialista 'Razones de Cuba' atribuye la inédita situación al hostigamiento de la Casa Blanca: "Si usted por una parte asfixia a un pueblo entero, lo priva de diferentes formas del acceso a recursos básicos para su subsistencia normal, si literalmente persigue, acosa, chantajea a quienes tienen interés en ayudarnos, si paralelamente desata una campaña mediática que presenta las nefastas consecuencias de este cerco comercial, financiero, diplomático como resultado de la ineficiencia e incapacidad del sistema político y social socialista, presentando a los países capitalistas, en particular a EEUU, como el 'paraíso terrenal', entonces no cabe la menor duda que para no pocos, emigrar se presenta como la única solución a sus problemas".

Hechos trágicos

El flujo ha tenido también sus capítulos trágicos, como el choque entre una lancha y una nave de los guardacostas cubanos en Bahía Honda que provocó siete muertos, entre ellos una niña, el pasado 29 de octubre. Sectores del exilio hablaron de una "masacre". El Ministerio del Interior cubano aseguró que todo se trató de "una operación de tráfico de personas organizada desde Estados Unidos".

La población cubana no solo desciende de manera sistemática desde 2017. Esa merma, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), es mayor a la de Japón (-0,24%), Corea del Sur (-0,19%), Albania (-0,17%) o Rusia (-0,41%), y solo superada por Taiwán (-0,85%). La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) aporta otra información relevante sobre las consecuencias del masivo abandono de jóvenes: el envejecimiento de los habitantes. De acuerdo con la propia ONEI, para 2035 los mayores de 60 años constituirán el 32,5% de la población, los menores de 15 serían el 15,2% y los cubanos entre 15 y 59 representarían solo el 52,3% del total de residentes.

Desencanto

Mauricio De Miranda Parrondo, columnista del portal 'La Joven Cuba', consideró que el derrumbe del socialismo "realmente existente", denominado días atrás por el presidente Miguel Díaz-Canel como una "prosperidad posible", no ha cambiado la mirada del liderazgo cubano, que "ha optado por persistir en políticas probadamente ineficaces, que profundizaron la deformación estructural de nuestra economía y, en consecuencia, el subdesarrollo". Las autoridades "se caracterizan por un autismo político reacio a críticas", lo que "ha deteriorado su credibilidad". Esta realidad deja a la ciudadanía las alternativas: "aceptar lo que se decida desde el poder, aunque puedan existir diferencias, enfrentarse a ello, o emigrar".

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