Relevo en la Iglesia católica

El Papa sorprende al designar a un estadounidense de origen español como jefe de los obispos

Francisco reemplaza a un influyente cardenal acusado de abusos por Robert Francis Prevost Martínez, poco conocido en el Vaticano

Robert Francis Prevost Martínez.

Robert Francis Prevost Martínez.

Irene Savio

Nuevo golpe de timón de Francisco. El Papa aceptó este lunes la renuncia por límite de edad de Marc Ouellet, cardenal canadiense que ocupaba el puesto de jefe el Dicasterio (ministerio) para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Ouellet, que en los pasados meses se vio envuelto en un escándalo después de que le incluyeran en una lista de prelados supuestamente vinculados a casos de abusos en su país de origen, ha sido reemplazado en ambos cargos por Robert Francis Prevost Martínez, un sacerdote estadounidense de origen español

La sustitución de Ouellet, de 78 años, era esperada. No solo porque el prelado había superado los 75 años, la edad en la que suelen jubilarse los jerarcas vaticanos. También porque ocupaba su cargo en el Dicasterio para los Obispos desde hace 12 años. Lo que se sumó a la denuncia en su contra de una mujer de Quebec en el verano pasado. Una acusación que él ha negado y por las que ha presentado una denuncia por difamación en el pasado mes de diciembre.

Pero lo que se desconocía por completo, y no intuyeron los vaticanistas, era la designación de Prevost Martínez, un cura de 67 años de madre española que pertenece a la Orden de San Agustín. De hecho, su nombre es prácticamente desconocido dentro del pequeño estado católico, más aún que pasó casi 20 años trabajando en Perú, de los cuales ocho en Chiclayo, una localidad de unos 600.000 residentes ubicada en el noroeste de ese país latinoamericano. 

Según se ha informado a través del boletín de la Santa Sede, Prevost Martínez, que ahora pasará a ser arzobispo y obispo emérito de Chiclayo, asumirá su nueva tarea el 12 de abril. Ese día el prelado se incorporará oficialmente en el importante dicasterio vaticano, que es el que se encarga de la delicada tarea de nombrar a los nuevos obispos que designa el Papa en el mundo. Lo que indica que Francisco tiene una alta confianza en él. 

Desgaste de gobierno

En estas circunstancias, el nombramiento fue festejado por algunos portales católicos que recogen los humores del clero más progresista, algunos de los cuales incluso subrayaron que se espera que el Papa lo designe cardenal en el próximo consistorio y que su nombramiento podría dar un impulso a las reformas que Francisco ha anunciado.

Esto se debe también a que la información llega después de que Francisco sufriera en las últimas semanas diversos ataques procedentes de los sectores más conservadores de la Iglesia. Uno de los últimos fue el del cardenal Gerhard Müller, exprefecto de la Congregación de la Fe (el antiguo Santo Oficio). "En algunas circunstancias, Francisco parece haber actuado más sobre la base de ideas preconcebidas o cálculos políticos", escribió Müller en un libro de reciente circulación, para luego añadir más acidez en su respuesta.

"Puedo aventurarme incluso en algunas explicaciones sociológicas, como el frecuente hecho de que entre los sudamericanos existe una aversión innata hacia los norteamericanos", continuó Müller. Un clima tenso que Francisco adjudicó recientemente al "desgaste del gobierno de diez años", según dijo el Papa la semana pasada, en una entrevista con la agencia de noticias AP. 

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