Cerco legal al expresidente de EEUU

Receso hasta finales de abril del trabajo del gran jurado que podría imputar penalmente a Trump en Nueva York

El panel no abordará el caso los próximos días y hará una pausa coincidiendo con fiestas religiosas

Donald Trump.

Donald Trump.

Idoya Noain

De una inminencia inventada a una incertidumbre asegurada. Así se resume la evolución de las especulaciones sobre la posible imputación penal de Donald Trump en Nueva York, donde un gran jurado que estudia el pago de 130.000 dólares que realizó antes de las presidenciales de 2016 para silenciar a Stormy Daniels sobre una supuesta relación sexual debe decidir si el expresidente de Estados Unidos se convierte en el primero de la historia que enfrenta cargos penales.

El panel de 23 miembros, convocado desde enero por la fiscalía de distrito de Manhattan, no va a estudiar el caso del expresidente en los próximos días, según han informado varios medios estadounidenses citando fuentes anónimas. Y ahora se baraja que el gran jurado no vuelva a abordarlo por lo menos hasta el 24 de abril, después de hacer a partir del día 10 un receso previamente programado que cubre Semana Santa, Pascua Judía y parte del Ramadán, fiestas religiosas que no se marcan con un cese de actividad en los tribunales neoyorquinos pero sí, por ejemplo, en escuelas.

Cabe la posibilidad, en cualquier caso, de que el fiscal Alvin Bragg interrumpa ese receso y los convoque en cualquier momento.

Especulación en esteroides

Desde que el 9 de marzo ‘The New York Times’ informó con una filtración de que la fiscalía había invitado a Trump a testificar ante el gran jurado, una opción que el rotativo recordó que se suele dar a quienes van a ser imputados (y que Trump rechazó), se ha teorizado y especulado con que la presentación de cargos iba a llegar en cualquier momento.

Nueve días después de aquel artículo, el propio Trump se inventó en un mensaje en redes sociales que sería arrestado el día 21, y urgió a sus seguidores a manifestarse. Y aunque su propio portavoz reconocía unas horas después que ni el republicano ni su equipo legal tenían ninguna información específica que le permitiera señalar al día 21, la máquina mediática y política se puso a rodar, intensamente.

El proceso del gran jurado, que es secreto, ha seguido mientras su camino. Han seguido compareciendo testigos, incluyendo este lunes David Pecker, el director del tabloide 'National Enquirer', que ya había declarado una vez antes. Pecker, amigo personal de Trump, fue quien en 2016 avisó al equipo del entonces candidato de que Daniels estaba ofreciendo la historia de su supuesta relación y ayudó a ponerla en contacto con Michael Cohen, abogado personal de Trump.

No se sabe si habrá más testigos o presentación de pruebas ni hay nada que permita establecer con certeza cuánto tiempo queda de trabajo, o cómo decidirá proceder la oficina de Bragg. Ni el gran jurado ni la fiscalía están atados por un calendario.

Aun así, Trump ha tratado ahora de explotar el receso, aplaudiendo el miércoles al gran jurado en otro mensaje en redes sociales y asegurando que el panel está pisando el freno y diciendo que “las pruebas están abrumadoramente” a su favor. Como en el mensaje de su arresto inminente que no fue tal, no hay nada fáctico que le permita sustentar esa interpretación.