Críticas de la oposición

Netanyahu aprueba un presupuesto favorable a colonos y ultraortodoxos

El primer ministro de Israel aprobó el presupuesto para los próximos dos años, que dará lugar a divisiones en el país, ya que el texto acordado incluye casi cuatro millones de dólares en fondos discrecionales

Protesta contra el Gobierno de Netenyahu en Tel-Aviv.

Protesta contra el Gobierno de Netenyahu en Tel-Aviv. / EFE

Andrea López-Tomàs

Ha salido el sol y con él, ha nacido un nuevo Israel. Mientras este miércoles amanecía, el Gobierno del primer ministro Binyamín Netanyahu ha aprobado el presupuesto para los próximos dos años. Los miles de personas, a las afueras de la Kneset, el Parlamento israelí, empuñando antorchas en contra de unas cuentas que consideran injustas no han detenido a la mayoría derechista en la Cámara. Aunque la aprobación del presupuesto traerá cierta estabilidad a la coalición de Gobierno, también ahondará en las divisiones en el país. Y es que el texto acordado incluye casi cuatro mil millones de dólares en fondos discrecionales, gran parte de los cuales van dirigidos a los partidos ultraortodoxos y procolonos

“Es el amanecer de un nuevo día”, ha dicho Netanyahu al Canal 14 tras la votación del presupuesto. Este acuerdo sigue a semanas de negociaciones entre los socios de Gobierno y amenazas con dimitir si los partidos más radicales no sentían que sus demandas estaban siendo recogidas. Tras 36 horas de debate, lo han conseguido. El presupuesto del 2023-2024 incluye más pagos para que los hombres ultraortodoxos estudien a tiempo completo en seminarios religiosos en lugar de trabajar o servir en el Ejército, que es obligatorio para la mayoría de los hombres seculares. También aumenta el dinero para las escuelas ultraortodoxas, criticadas por gran parte de la población por no enseñar habilidades tan básicas como las matemáticas o el inglés.

Unos 280 economistas de alto nivel han advertido al Gobierno derechista de Binyamín Netanyahu de que las nuevas cuentas "pueden causar un daño significativo y a largo plazo a la economía de Israel y su futuro como un país próspero"

"El peor y más destructivo"

Los más beneficiados son las formaciones lideradas por colonos de línea dura. A ellos, se les ha otorgado decenas de millones de dólares para promover proyectos a través de los ministerios de controlan. El ministro de Finanzas y líder de los colonos, Bezalel Smotrich, ya ha expresado su intención de duplicar la población en la Cisjordania ocupada en los próximos años, decantando la balanza demográfica a su favor. “Hemos recibido las herramientas, nos estamos arremangando y yendo a trabajar”, ha afirmado Smotrich tras el voto. Los críticos han acusado al nuevo Gobierno de aumentar el gasto en programas religiosos que tienen pocos beneficios para la economía y la sociedad en general. Pero la mayoría en la Knesset ha permitido aprobar con 64 votos a favor y 56 en contra estas nuevas cuentas

“Mientras dormías, [la coalición] ha aprobado el peor y más destructivo presupuesto en la historia del país”, ha denunciado el líder de la oposición, el exprimer ministro Yair Lapid. El representante de Yesh Atid ha criticado que las cuentas no incluyen "ningún intento de luchar contra el coste de la vida, solo una extorsión interminable". "Este presupuesto es una violación del contrato con los ciudadanos de Israel, y nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos lo pagarán”, ha añadido. Netanyahu ha ignorado, de nuevo, las advertencias de expertos como los 280 economistas de alto nivel que en una carta publicada el domingo le pedían que "recuperara el sentido común" a la hora de aumentar el apoyo a las instituciones y programas ultraortodoxos.

País del tercer mundo

Según este grupo de expertos, estas asignaciones millonarias amenazan con convertir a Israel en un país del tercer mundo. “Nosotros, profesores en los campos de economía y administración, advertimos que se espera que la transferencia de fondos que son parte de los acuerdos de coalición reflejados en el próximo presupuesto cause un daño significativo y a largo plazo a la economía de Israel y su futuro como un país próspero”, advertían los economistas, entre los cuales se incluían exaltos funcionarios del Banco de Israel y del Tesoro. “La asignación de fondos de la coalición se otorga actualmente por consideraciones políticas a corto plazo, pero a la larga transformarán a Israel de un país avanzado y próspero a un país atrasado en el que una gran parte de la población carece de las habilidades básicas para la vida en el siglo XXI”, añadían.

Las preocupaciones por la economía se han repetido en las críticas en todos los sectores del país. Pero el Gobierno derechista de Netanyahu, instalado en su mayoría, ha hecho oídos sordos, porque ya está pensando en su próxima batalla. El primer ministro ha afirmado que el polémico plan de reforma judicial de su coalición, archivado en marzo en medio de protestas sin precedentes y un cierre económico, volvería a la agenda legislativa tras la aprobación del presupuesto estatal. El movimiento civil israelí, por lo tanto, no puede relajarse y continúa con su lucha en las calles. Netanyahu y los suyos, por su parte, avanzan implacables.