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Los secuestros, una práctica perversa

Los 199 israelís en manos de Hamás y de la Yihad Islámica, como tantos otros rehenes antes que ellos, han visto violentamente cercenada su autonomía y su suerte depende de los designios de sus secuestradores

Imágenes de los rehenes que permanecen retenidos en la Franja de Gaza.

Imágenes de los rehenes que permanecen retenidos en la Franja de Gaza. / EP

Albert Garrido

Los secuestros masivos son una vieja arma de guerra que afecta casi siempre a civiles que son privados de su libertad de movimientos y convertidos en moneda de cambio. El derecho internacional humanitario no alude a esa figura, sino a la “toma de rehenes”, porque el secuestro está incluido en el código penal de cada Estado, pero una cosa y otra son al fin lo mismo. En ambos casos, supone que se pone en juego la vida de los capturados para obtener algo a cambio. Los 199 israelís en manos de Hamás y de la Yihad Islámica, como tantos otros rehenes antes que ellos, han visto violentamente cercenada su autonomía y su suerte depende de los designios de sus secuestradores. He aquí unos cuantos episodios de tan perversa práctica.

La herida de los JJOO

La noche del 5 al 6 de septiembre de 1972 un comando de ocho miembros del grupo palestino Septiembre Negro secuestró 11 atletas y entrenadores israelís que participaban en los Juegos Olímpicos de Múnich. Los terroristas exigieron la liberación de más de 200 palestinos presos en Israel, y de Andreas Baader y Ulrike Meinhof, encarcelados en Alemania. Los secuestradores mataron a los deportistas y a un policía alemán. Cinco integrantes del comando palestino murieron durante la fallida operación de rescate y otros tres fueron detenidos y liberados 53 días después tras el secuestro de un avión de Lufthansa.

La tragedia de Múnich marcó el final de la edad de la inocencia de los Juegos. A partir de entonces, se multiplicaron las medidas de seguridad en los estados y villas olímpicas.  

'Operación Trueno'

Un avión de Air France que volaba de Atenas a París fue secuestrado el 27 de junio de 1976 por un comando palestino con 248 personas a bordo. El avión fue desviado a Entebe (Uganda), donde fueron liberados los pasajeros no judíos. Israel puso en marcha una operación de rescate –la 'Operación Trueno'– con una unidad de élite que voló a Entebe la noche del 3 al 4 de julio. En el asalto murieron el comandante israelí que dirigió la operación, tres rehenes, todos los secuestradores y 45 soldados ugandeses.

El primer secuestro aéreo documentado se remonta a 1929 en México. A partir de la segunda mitad de los años 70 no dejaron de crecer las medidas de seguridad aeroportuarias. Después del 11-S, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos fijó reglas aún más estrictas, imitadas en todo el mundo.

Asalto en Managua

Un comando de 25 miembros del Frente Sandinista de Liberación Nacional asaltó el 22 de agosto de 1978 el Palacio Nacional de Managua, donde celebraba sesión el Congreso Nacional. Los sandinista llegaron a tener unos 3.000 rehenes, que fueron liberando durante los dos días que se prolongaron las negociaciones, fruto de las cuales logró la guerrilla que se cumplieran sus exigencias: liberación de 50 presos políticos, difusión de una declaración de la dirección sandinista, entrega de 500.000 dólares y autorización a los asaltantes para salir de Nicaragua. El 19 de julio de 1979 el somocismo fue derrocado y Edén Pastora, que dirigió el asalto al Congreso, fue nombrado viceministro del Interior, pero en 1982 marchó al exilio por desavenencias con Daniel y Humberto Ortega.

La embajadas de EEUU en Teherán

Estudiantes islamistas rodearon y asaltaron la Embajada de Estados Unidos en Teherán el 4 de noviembre de 1979. Una multitud tomó como rehenes a 52 diplomáticos y empleados de la legación en lo que fue el inicio de un secuestro de 444 días. Después de que fracasaran varias gestiones diplomáticas, el presidente Jimmy Carter autorizó una operación de rescate el 24 de abril de 1980 que acabó en un estrepitoso fracaso. Con las relaciones diplomáticas rotas, las negociaciones con intermediarios no dieron fruto y los rehenes no fueron liberados hasta el 20 de enero de 1981, día de la toma de posesión de Ronald Reagan.

El día del asalto, seis funcionarios lograron escapar, refugiarse en la Embajada de Canadá y huir a su país, una odisea que inspiró la película 'Argo' en 2012.

Asalto al Banco Central

Una banda de 11 personas, dirigida por José Juan Martínez Gómez, alias 'El Rubio', tomó la sede del Banco Central en Barcelona e hizo unos 300 rehenes el 23 de mayo de 1981, solo tres meses después del intento de golpe de Estado. Cerca de un centenar de las personas fueron liberadas a cambio de comida, pero las negociaciones se estancaron y la tarde del día siguiente se decidió que los GEO tomaran el edificio. Alrededor de las 8 de la noche comenzó la operación, los rehenes salieron sin daño y se detuvo a 9 de los atracadores. En las 37 horas de secuestro solo se registró la muerte de un asaltante y un herido. El general Aramburu, director de la Guardia Civil, describió al grupo de El Rubio como “una banda de chorizos, macarras y anarquistas”, pero lo cierto es que nunca se aclaró cuál era su propósito.

El 'Achille-Lauro'

El crucero italiano de recreo 'Achille Lauro' fue secuestrado el 7 de octubre de 1985 por cuatro integrantes del Frente para la Liberación de Palestina, que exigieron la liberación de 50 palestinos presos en Israel. El barco llegó a Port Said, Egipto, donde el comando dio por concluido el secuestro, pero allí se abrió una gran crisis porque Ronald Reagan, que exigió que los integrantes del comando le fueran entregados para ser juzgados en Estados Unidos después de saber que un ciudadano estadounidense fue asesinado durante el secuestro. Bettino Craxi se negó a tal cosa y acordó con el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, que un avión de Egypt Air trasladara a los secuestradores a Túnez. Después de una rocambolesca persecución del avión por cazas estadounidenses, bajó la tensión y finalmente Reagan se disculpó por carta para cerrar la crisis.

Los 'escudos humanos' de Sadam

Irak invadió Kuwait el día 2 de agosto de 1990 y en los días siguientes Sadam Husein decidió anular los visados a los residentes y visitantes extranjeros de países que consideraba hostiles. En la práctica, pasaron a ser rehenes del régimen iraquí, que exigió la retirada del despliegue militar de Estados Unidos en la región para autorizar la salida de los extranjeros retenidos. Ante el riesgo para los rehenes en una operación de rescate, se abrieron negociaciones con la discreta intervención de intermediarios árabes y de organizaciones humanitarias al mismo tiempo que Sadam convertía en escudos humanos a más de 8.000 extranjeros residentes en Irak y Kuwait, entre ellos 184 españoles. Al llegar diciembre, el Gobierno iraquí transigió en dejarlos salir por etapas.

La residencia del embajador en Lima

Una cena oficial en la residencia del embajador de Japón en Perú para celebrar el cumpleaños del emperador Akihito, el 17 de diciembre de 1996, acabó con el secuestro de unos 800 invitados, entre ellos la madre de Alberto Fujimori, por un comando de 14 miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru. En las horas siguientes fueron liberados más de 700 rehenes, pero 72 quedaron en poder de los asaltantes. Después de 126 días retenidos, el 22 de abril de 1997, 71 de ellos fueron liberados y uno murió durante un operativo militar que, según todos los indicios, dio muerte a varios secuestradores cuando ya se habían rendido. Tras 18 años de recursos en los tribunales, la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentenció que la República de Perú era responsable de haber violado el derecho a la vida.

Muerte en un teatro

Una cincuentena de terroristas chechenos ocuparon el teatro Dubrovka de Moscú, donde 800 espectadores seguían la representación el 23 de octubre de 2002. Los asaltantes exigieron el fin del conflicto en Chechenia y la retirada del Ejército ruso del territorio. La madrugada del día 26, fuerzas especiales entraron en la sala después de esparcir en ella gas narcótico a través del sistema de ventilación para evitar que el grupo checheno pudiese utilizar su armamento. La estratagema no funcionó: en un tiroteo de dos horas en el interior de la sala murieron 119 espectadores y todos los asaltantes. Horas más tarde, Vladimir Putin apareció en la televisión para confirmar que cientos de rehenes habían sido rescatados con vida y pidió perdón por no haberlos podido salvar a todos.

Masacre en una escuela

Una partida de 32 terroristas ingusetios y chechenos asaltó la escuela número 1 de Beslán, Osetia del Norte, el 1 de septiembre de 2004, primer día de curso. El comando tomó unos 1.300 rehenes –niños, padres, madres y maestros– a los que encerró en el gimnasio después de que se registrara un primer tiroteo. El día 2 fracasaron las negociaciones para la liberación de los rehenes y el 3 a mediodía la llegada de un equipo sanitario fue recibido con disparos y explosiones. Fuerzas especiales respondieron con un ataque a gran escala con el concurso de helicópteros y tanques: 344 rehenes, 186 de ellos niños, murieron en el asalto además de 11 soldados y 31 secuestradores. En 2017, el Tribunal Europeo de Derechos humanos hizo responsable de la masacre al Gobierno ruso; durante años se conoció la matanza como el delito de Putin.

Periodistas y cooperantes en Siria

Entre 2013 y 2014, una veintena de periodistas y cooperantes fueron secuestrados en Siria por el grupo que luego se conocería como Estado Islámico (EI), entre ellos el enviado especial de EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, Marc Marginedas. El reportero pasó seis meses cautivo y fue liberado el 2 de marzo de 2014. A esa liberación siguieron las de los reporteros de otras nacionalidades, entre ellos los españoles Javier Espinosa y Ricardo Garcia Vilanova. Fueron ejecutados sin embargo los rehenes de nacionalidad británica y estadounidense y la secuencia de su decapitación grabada en vídeo y divulgada por los terroristas. En el documental 'Regreso a Raqqa', dirigido por Albert Solé y estrenado el pasado enero, Marginedas rememora los seis meses de cautiverio. “Cuando estás secuestrado ves lo mejor y lo peor de la condición humana”, dice el periodista.

Niñas esclavizadas

Los terroristas de Boko Haram secuestraron a 279 niñas en el colegio femenino de Chibok, noreste de Nigeria, el 14 de abril de 2014. Todos los intentos de búsqueda resultaron infructuosos y dos años después solo se había localizado a 60 de ellas. En los años siguientes se dio con varias decenas de las desaparecidas, pero aún hoy faltan muchas de su casa. Sigue en pie la amenaza yihadista de continuar con los secuestros mientras “el Gobierno interfiera en la enseñanza islámica”, y está confirmado que muchas jóvenes fueron esclavas sexuales de Boko Haram.

Aunque el caso de Chibok no es el único –entre 2014 y 2015 fueron secuestradas unas 2.000 mujeres y niñas en Nigeria–, fue el primero que dio origen a una movilización internacional para lograr su liberación bajo el eslogan 'Traed de vuelta a nuestras niñas'.

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